“López Obrador sabía de sus nexos (de José Luis Abarca) con el crimen”, publicó Reforma en su portada del domingo, y el excandidato presidencial no desmintió la información.
En el mitin del Zócalo dijo que no lo conocía ni se había tomado fotos con él. Sin embargo, nadie le dice que se tomó fotos con Abarca, que no es delito.
Lo que le están diciendo es que sabía de sus actividades criminales y, sin embargo, lo apoyó para ser candidato de la izquierda a la alcaldía de Iguala.
¿A cambio de qué lo apoyó? ¿A cambio de nada? ¿Por acuerdos políticos con grupos? ¿Con qué grupos?
López Obrador tiene la costumbre de acusar de ladrón a todo el que se le oponga, y si se pasan de su lado ya no tienen pecados y se convierten en personas honestas y dignas de crédito. ¿Fue el caso de Abarca?
Cuando al él le piden explicaciones por alguna conducta oscura suya o de sus cercanos, responde que “nunca he establecido relaciones de complicidad con nadie”.
Ya es tiempo de que hable en serio. Y si es necesario, que lo haga ante el Ministerio Público.
Hay algo muy puntual que debe responder, y es por qué dio apoyo político a José Luis Abarca para que fuera candidato de la izquierda a presidente municipal de Iguala.
No es una ofensa preguntárselo, sino una necesidad, pues debajo de esa trama de complicidades y pactos políticos hay 43 normalistas desaparecidos.
Por esas complicidades y pactos llegaron al poder en Iguala José Luis Abarca y lo que fue el cártel de los Beltrán Leyva, luego convertido en Guerreros Unidos.
Producto de la acción criminal de un grupo político-gangsteril al que pertenecían el alcalde de Iguala, su esposa y el cártel Guerreros Unidos, desaparecieron 43 estudiantes de la normal de Ayotzinapa.
Policías de Iguala y de Cocula los entregaron a Guerreros Unidos, un cártel liderado por los cuñados de Abarca, y ellos los desaparecieron.
El municipio encabezado por Abarca y esposa le entregaba semanalmente a Guerreros Unidos una cantidad cercana a los 600 mil pesos, confiesan sus integrantes, de acuerdo con lo que ha informado la PGR.
¿También le entregaban dinero a López Obrador, vía Lázaro Mazón? ¿O le entregaban dinero “al movimiento”, vía el precandidato de Morena a la gubernatura?
Tal vez no haya nada de eso, pero el tema debe abordarse con seriedad y no con argucias de polemista.
López Obrador debe responder por qué le dio apoyo político a José Luis Abarca para ser alcalde, cuando en el mitin del 12 de mayo de 2012 en Iguala le pedían a gritos que no lo respaldara.
En esa ocasión López Obrador ignoró “la voz del pueblo” que según él es la que manda, y llamó a apoyar a Abarca desde el templete de la plaza de Iguala. ¿Por qué lo hizo?
Al terminar el evento, su compañero de partido Óscar Díaz Bello, acompañado de Justino Carvajal, le entregó documentación en la que advertía del riesgo de llevar como candidato a Abarca.
A Díaz Bello le dieron una candidatura a diputado local y a Justino Carvajal lo mataron. Del contenido de la documentación que recibió AMLO sobre Abarca jamás se supo.
Twitter: @PabloHiriart
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