Martí:
Sabemos que eres un luchador comunista que desesperadamente buscaba la conversión de México en una sucursal de la antigua Unión Soviética tal y como se había convertido la Cuba de tu adorado Fidel.
Fuiste uno de esos “líderes“ que trataba —a cualquier costa— convencer a los estudiantes universitarios para que siguieran a su grupúsculo en sus proyectos comunistas. Trataste como un degenerado sexual de convencerlos y, por supuesto, la historia demostró —años después— que te la “ pelaste “.
En esa época, nunca te imaginaste que en la década de los ochenta te ibas a integrar al sistema e ibas a pertenecer a un partido político que sobrevivía gracias a nuestros impuestos. Un partido que —por cierto— fue fundado por personajes inconformes del PRI. Entre ellos, tu patrón, Andrés Manuel.
Personaje que, te aclaro, no tuvo nada que ver con el movimiento del 68, ni con los comunistas ni con la naciente izquierda. Pero esa, es otra historia que conocemos muy bien. Después de estos antecedentes, la razón por la que te escribo mi carta semanal, es porque como ciudadano común y normal que soy, estoy harto de tus mentiras y de tus estupideces. Estupideces que haces y que —por supuesto— ni tu mismo las crees.
Como por ejemplo esta última que hiciste el domingo pasado —Día de los Muertos— en llevarle una ofrenda floral a la Suprema Corte de Justicia porque rechazó su propuesta de la consulta popular. Un acto ridículo que lo único que buscaba era un nuevo espacio en los medios. Porque ustedes sabían desde el inicio de esta absurda consulta, que esa propuesta jamás iba a ser aprobada y era una batalla perdida. ¡Y vaya que la perdieron! Nada más la perdieron por nueve votos contra uno.
Pero no, Martí, ni a ti ni Andrés Manuel, les importaba esa decisión. ¡Por supuesto que no! Lo único que les importaba era ¡hacer ruido en los medios! Como por supuesto, tampoco les interesaba respetar la decisión de la máxima autoridad judicial del país, tal y como lo hizo el PAN con su propuesta rechazada y, como estoy seguro, lo hará el PRI. Lo importante para ustedes, era echarle la culpa a los otros porque ustedes jamás tienen la culpa en nada. ¡En nada!
¡Claro que lo sabes, Martí! Esa es su estrategia. ¡Mentir y echarle la culpa a los demás! Como Andrés Manuel nunca ha tenido la culpa en nada, ¿verdad, Martí? Como también supongo que todos los mexicanos sabemos que le robaron dos veces la elección presidencial y que probablemente también se la volverán a robar en 2018. Como que también sabemos, que jamás conoció al asqueroso fugitivo ex presidente municipal de Iguala.
Martí: ahora entiendo, porque ningún votante indeciso los toma en cuenta. Ahora entiendo por qué el único voto duro que tienen, es el que Andrés Manuel les aportó estando en el PRD. Y ahora entiendo, porqué es obvio que ustedes no crecerán en su participación de mercado. Ustedes lo saben.
Como también saben que su política de mentiras nada más les funciona para atraer a ese mínimo sector de la sociedad. Y mientras su bandera siga siendo la mentira y el engaño. Jamás crecerán. Y jamás crecerán, porque piensan chiquito. Es una pena que Andrés Manuel se rodee de tantos ineptos.
Y ya para terminar: es de pena ajena, que nada más países como Bolivia, Venezuela o Nicaragua los tomen en serio. Porque para las izquierdas del primer mundo, ustedes nada más generan... lástima. ¡Qué pena!
carlos@alazraki.com.mx
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