IPN: paristas no quieren regreso a clases Manuel López San Martín

El movimiento que mantiene en paro al Instituto Politécnico Nacional desde hace dos meses, da tumbos. Las posiciones de la Asamblea Politécnica conformada apenas por unas decenas de jóvenes —que hace tiempo dejaron de representar a los 176 mil alumnos del Poli— son tan contradictorias como las causas que mantienen estancada la educación de miles. Uno a uno los puntos del pliego petitorio de los paristas han sido atendidos, aun así se aferran a no regresar a clases. Ya lograron la destitución de Yoloxóchitl Bustamante como directora, detuvieron la implementación del nuevo reglamento y hasta fijaron condiciones de diálogo al gobierno federal… pero nada parece llenarles. La realidad es que no quieren volver a las aulas. El grupo que se apropió del movimiento estudiantil —que nació con demandas legítimas y justas— maneja el conflicto con reloj político y ha orillado a la autoridad —a cambio de mantener el diálogo— a que la fecha de regreso a clases sea el último punto sobre la mesa. La más reciente contradicción tiene que ver con el nombramiento del nuevo director. Hace quince días, el 10 de noviembre, los estudiantes señalaron en la mesa de diálogo en Zacatenco que mientras no hubiera director general no reabrirían los planteles. “No podemos avanzar porque no se tiene director”, dijo Rodrigo Díaz, miembro de la comisión de diálogo en la tercera mesa en el auditorio Alejo Peralta de Zacatenco. La propuesta de los alumnos era contradictoria. Nombrar al director estando en paro era absurdo, pues los jóvenes se han quejado de dedazos cupulares. Aun así, las autoridades encabezadas por el subsecretario de Educación, Fernando Serrano Migallón, les dieron —otra vez— gusto. La semana pasada se nombró como director no a un improvisado ni desconocido, sino a Enrique Fernández Fassnacht,ex secretario general de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior y quien es ingeniero químico industrial egresado del IPN. De nuevo, a un puñado de alumnos no le gustó la decisión, decidió por miles y el paro continuó. A estas alturas el semestre ya se perdió y parece misión imposible recuperar las casi 30 millones de horas clase perdidas desde el inicio del conflicto. “Agradezco los mensajes de la comunidad del IPN, mi alma mater (…) espero ganarme la confianza de todos, con base en mi esfuerzo”, escribió en su cuenta de facebook el nuevo director. Pero para la Asamblea Politécnica fue casi un llamado de guerra. “Las declaraciones del director nos dejan claro a favor de quién está”, dijeron los jóvenes del colectivo. Para nadie es un secreto que los estudiantes están divididos y que hay una creciente mayoría de alumnos, sí, pero también de profesores y padres de familia que quieren regresar a clases —que no es lo mismo que detener el diálogo con autoridades—. El problema es que grupos como Morena, el partido de Andrés Manuel López Obrador, se han adueñado del movimiento y lo han manejado con un interés muy distinto al educativo. Así llegamos ya a dos meses de paro.   Off the record... Como destape, el Segundo informe de labores de la diputada Dinorah Pizano estuvo poco más que desangelado. Con todo lo contradictorio que resulta, la suspirante a la jefatura delegacional en Benito Juárez se armó evento en el Polyforum, pero, o calculó mal las sillas o de plano varios invitados le fallaron. Nadie del GDF asistió, tampoco el presidente ni el secretario general del PRD DF Raúl Flores y Enrique Vargas, respectivamente; ni el líder de su tribu, IDN, René Bejarano, ni la ex candidata perredista en BJ Lety Varela.   En boca cerrada… “Es incongruente que haya sido incisivo en denuncias de corrupción y ahora él esté involucrado”. El presidente del PRD capitalino, Raúl Flores, tachó de contradictorio al diputado del PAN Edgar Borja, que salió bueno para acusar de corrupto a otros y malo para predicar con el ejemplo, pues fue descubierto presuntamente en actos turbios. Twitter: @MLopezSanMartin