Saltillo, Coah.- En un hecho insólito, la Diócesis de Saltillo determinó cerrar templos en la capital del estado los próximos sábado y domingo en solidaridad con las familias de los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero, y en protesta ante los nulos resultados de las autoridades por encontrarlos.

El sacerdote Pedro Pantoja Arreola, titular de Belén Casa del Migrante, dijo que se sumarán a la convocatoria todos los párrocos que así lo deseen y el día de hoy representantes de la Diócesis harán oficial el anuncio en rueda de prensa que se realizará en el templo Santa Teresita del Niño Jesús, del párroco Roberto Carlos Campos, en la colonia Las Teresitas, sede donde surgió la iniciativa.

“La justicia es primero”, comentó el prelado tras cuestionarle sobre la dinámica de la protesta, que no implica necesariamente suspender los oficios religiosos.

“Ésta es una invitación que se hace a todas las iglesias de la Diócesis de Saltillo, esto no significa que se suspenderán los actos litúrgicos, lo que se pretende es cerrar las iglesias y que todos los eventos se hagan al aire libre, en las calles, como una forma de protesta”, dijo.

El movimiento religioso que se gesta en Saltillo se llama “Una iglesia a favor de la dignidad” y las iglesias que anoche ya habían confirmado su participación son El Buen Pastor, de la colonia Santa Elena, y Nuestra Señora de Los Dolores, de la colonia Lomas del Refugio.

Se solidarizan con #Ayotzinapa

Varios templos de la Diócesis de Saltillo cerrarán sus puertas este fin de semana, y se realizarán los oficios religiosos al aire libre, en solidaridad con las familias de los normalistas desaparecidos.

La dinámica comprende una oración al Santísimo el sábado en punto de las 12 del mediodía. Posteriormente una peregrinación del silencio, mientras que el domingo se cerrarán los templos y todas las misas se realizarán en la vía pública.

El cierre de iglesias y templos es algo pocas veces visto en el país. El sacerdote recordó que de las ocasiones más recientes en las que se convocó a otros padres a ofrecer los servicios religiosos en la vía pública fue en Ciudad Juárez, Chihuahua, cuando la cifra de asesinatos de mujeres alcanzó su punto más alto en los dos sexenios anteriores.

“Esto es un signo de solidaridad que tiene la Iglesia para con las familias, es una muestra de que la Iglesia está viva, está pendiente y se une a la tristeza, al dolor de las familias que todavía no encuentran a sus hijos, a sus hermanos desparecidos”, sostuvo Pantoja Arreola