jueves, 27 de enero de 2022

Huella histórica

JAQUE MATE / Sergio Sarmiento en MURAL

27 Ene. 2022


"Yo no tengo vocación

de estar en la historia".

Adolfo Suárez

 

Me agrada el gusto que el presidente López Obrador tiene por la historia. Es verdad que su visión del pasado es a veces muy sesgada, una narración maniquea, de héroes y villanos, que no considera realmente las complejidades de cada momento, pero aun así me parece positivo que los mexicanos tengamos un gobernante que lee historia y que busca comprenderla. Quizá eso explica que haya decidido hacer un testamento político. No sabemos lo que este contiene, ya que él mismo ha dicho que solo se divulgará cuando fallezca, pero quizá refleja un interés en su papel histórico.

En muchas ocasiones el Presidente ha señalado su interés por dejar una huella positiva en la historia. En febrero de 2018, al rendir protesta como candidato presidencial de Morena, declaró: "Quiero ser recordado como un buen Presidente". El 19 de febrero de 2021 apuntó: "Ya lo dije en alguna ocasión: tengo la ambición legítima, quiero pasar a la historia como uno de los mejores presidentes de México, y no le voy a fallar al pueblo y voy a lograr mi propósito".

El primer gobernante que sabemos elaboró un testamento político fue César Augusto, llamado originalmente Octavio, quien tras una prolongada guerra civil logró aniquilar a sus rivales y comenzar un régimen que mantenía las formas de la vieja república romana, aunque ya estaba convertida en un imperio hereditario. Res Gestae Divi Augusti, "Hechos del divino Augusto", explica sus acciones de cara a la historia.

Otros gobernantes posteriores han dejado también testamentos políticos. Lo hizo el cardenal Richelieu, primer ministro de Luis XIII en el siglo XVII, en un texto en el que también explicaba y justificaba lo que había hecho como gobernante de Francia. Lenin dictó un testamento político a fines de 1922 y principios de 1923, poco antes de morir, en el que proponía cambios en las estructuras de gobierno de la naciente Unión Soviética, pronosticaba la disputa entre Stalin y Trotsky y sugería la destitución de Stalin como secretario general del Partido Comunista de Rusia; su diagnóstico fue correcto, su recomendación falló, ya que Stalin se convirtió en dictador.

Adolf Hitler firmó el 29 de abril de 1945 un testamento político en el que explicó sus decisiones y justificó su intención de suicidarse; dio instrucciones, además, para la formación de un nuevo gobierno después de su muerte. Francisco Franco pidió a los españoles en su testamento político apoyar al futuro rey Juan Carlos y no olvidar que "los enemigos de España y de la civilización cristiana están alerta". En el suyo, el dictador chileno Augusto Pinochet justificó el golpe de 1973 y sus acciones como gobernante, pero lamentó que "mi destino es un tipo de destierro y soledad que jamás hubiera pensado y menos deseado". Hugo Chávez declaró públicamente cuando partió a Cuba a recibir tratamiento médico que "si algo ocurriera que me inhabilitara de alguna manera", Nicolás Maduro debía ser su sucesor.

No sabemos qué testamento político ha preparado el presidente López Obrador. Supongo que será un texto para justificar sus acciones como gobernante y afianzar su papel en la historia. Dejar instrucciones a sus sucesores sería soberbio y quizá ineficaz. No todos los políticos, sin embargo, han estado tan obsesionados con tener un lugar en la historia. Adolfo Suárez, una figura clave en la transición de España a la democracia en los años setenta, veía su función en el gobierno más bien como un deber ciudadano. Quizá por eso la historia lo ha tratado tan bien

 

· NO CEDER

Contra viento y marea el Presidente sigue apoyando a Pedro Salmerón. Después de que la Cancillería de Panamá señaló que ya ha comunicado a México su posición ante su designación como embajador, López Obrador respondió ayer: "Nosotros consideramos que es una persona capaz... Yo no estoy dispuesto a ceder en esas cosas".

@SergioSarmiento

'Retrócer' de la Patria

Ricardo Elias en MURAL 27 Ene. 2022

El presidente López Obrador informó que tiene un "testamento político" elaborado con el fin de garantizar la gobernabilidad en caso de su fallecimiento. No conocemos el contenido de dicho documento, por lo que sólo podemos opinar acerca de lo que él mismo dijo al respecto:

"Tengo desde hace algún tiempo un testamento y, ya siendo Presidente, le agregué un texto que tiene el propósito de que, en el caso de mi fallecimiento, se garantice la continuidad en el proceso de transformación y que no haya ingobernabilidad, que las cosas se den sin sobresaltos, sin afectar el desarrollo del país, garantizador siempre de la estabilidad, y el que se avance en el proceso que hemos iniciado".

Un testamento es la declaración voluntaria de una persona expresando lo que quiere que se haga con sus bienes después de su fallecimiento.

En este caso siendo un testamento "político", se refiere no a sus bienes, sino a las acciones y reglas que pretende o quisiera que continúen aplicando los que en el futuro gobiernen o aspiren a gobernar los asuntos que afectan a la sociedad o al país.

Obviamente cualquiera puede dejar por escrito lo que quisiera que sucediera en su ausencia, lo cual no tiene más fuerza que la de una sugerencia o recomendación personal, a menos claro está que sus seguidores logren convertir ese desconocido, pero intuido, testamento político en artículos de la Constitución.

Para mí el solo hecho de hacer público, y en vida, la existencia de un documento de esta naturaleza habla de soberbia, megalomanía y un deseo incontenible de "pasar a la historia" como el prócer de una fatua colección de utopías y promesas huecas, llamada Cuarta Transformación, la cual considera su legado, deseando que éste se convierta en la guía moral, espiritual y política para lograr el bienestar de las siguientes generaciones de mexicanos, y en general de todos los pobres del planeta (una muestra de estas utopías fue la propuesta llamada "Plan Mundial de Fraternidad", que como "genio incomprendido" hizo en el Consejo de Seguridad de la ONU, para que las personas y empresas más ricas del mundo donen el cuatro por ciento de sus fortunas y así acabar con la pobreza).

Todos alguna vez en la escuela escuchamos el término "prócer" sin realmente entender su significado. Y eso es exactamente lo que AMLO quisiera ser o convertirse en.

Nada haría más feliz a AMLO que asegurarse en vida de que, así como la historia nombra a Miguel Hidalgo "Prócer de la Independencia" o "Padre de la Patria", él sea nombrado y recordado como "Prócer de la Cuarta Transformación" o "Padre de los Pobres".

Pero el Presidente está muy lejos de ser o llegar a ser un prócer -vocablo formado por el prefijo pro (hacia delante, progresivamente) y la raíz del verbo crescere (crecer)-, más bien sus acciones y resultados dan pie para acuñar en su honor un nuevo vocablo, el de "retrócer", que significa el que hace que las cosas crezcan, pero hacia atrás.

La grandeza no se logra con sólo ponerle títulos grandiosos a las cosas. No por llamar Cuarta Transformación a una simple, malhecha e improvisada administración pública, automáticamente adquiere la dimensión de una Independencia o de una Revolución, aunque sea pacífica.

Esto me recordó una parte de la letra de la obra de teatro musical Alexander Hamilton -que ampliamente recomiendo la vean (Disney+) y sobre todo pongan atención a su letra-, creada por el Pulitzer Lin-Manuel Miranda, que decía: "You want a revolution, I want a revelation".

Y la verdad es que AMLO y su 4T, por más que llamen a su movimiento "regeneración", "transformación" o "revolución", está muy lejos de ser una revelación.

Para nada es comparable un personaje como AMLO -que llegó a la Presidencia no por sus capacidades para gobernar, sino por una hábil y oportunista manipulación de la pobreza, la ignorancia y los anhelos de millones de mexicanos-, con los próceres de la historia que han cambiado para bien el destino de sus pueblos.

Lo digo porque la transformación que AMLO ha logrado no ha sido para bien. Con ella hay más pobres, más muertos, más inseguridad, menos salud, menos educación, menos crecimiento y menos desarrollo económico.

Si algo bueno le atribuyo a la 4T, sería solamente el habernos hecho conscientes a todos de que el camino por el que íbamos, y vamos, no es el correcto.

 

"Voy derecho y no me quito, y si me

pegan me desquito".


Yo (interior de AMLO)

  ricardoelias1@gmail.com

ricardoelias.mx

Manitas de intestino

Jorge Suárez-Vélez en MURAL 27 Ene. 2022

El "testamento" de López Obrador contiene sólo un gran mazo. Su gobierno no construye, no transforma, destruye incansable. Destruyó un aeropuerto de primer mundo, ¡y lo pagó!, después pagó por otro inútil y ramplón. Destruyó órganos autónomos indispensables para nuestra competitividad. Repartió limosnas plantando árboles que se secan y provocó deforestación masiva. Destrozó nuestra incipiente capacidad policiaca militarizando esa tarea, fomentó abusos a derechos humanos y falta de transparencia; cientos de miles han muerto. Fracasó al crear un nuevo sistema de salud (el Insabi), destrozando un Seguro Popular que funcionaba, en medio de una pandemia que ya mató a más de 600 mil mexicanos. Destruyó el sistema para repartir medicamentos, provocando criminal desabasto. El que había no era óptimo, pero cumplía. Destrozó una reforma energética indispensable para regresar a monopolios estatales obsoletos, ineficientes, corruptos, descapitalizados, endeudados e ineptos. Devasta nuestra democracia. Su única herencia sería un mazo para perpetuar su legado destructor.

Lo más doloroso es que AMLO demolió la cordialidad entre mexicanos. Devastó nuestra capacidad para opinar y debatir. Al estar en desacuerdo con sus arcaicas ideas o con sus autoritarios métodos, obtenemos la etiqueta de traidores. Lejos de debatir en forma productiva, de fundamentar sus propuestas con argumentos y datos, se recurre al ataque ad hominem barato, se cuestiona quién discrepa, qué motiva nuestro desacuerdo. En redes sociales atestiguamos la violencia de sus feligreses contra quien no es dócil comparsa. En un entorno así, no sorprende la muerte de tantos periodistas este sexenio.

Las sesiones de parlamento abierto para discutir la contrarreforma energética son perfecto ejemplo del instinto macartista del Presidente, y de su incapacidad para escuchar, aprender y defender su punto de vista con datos y argumentos. Los "expertos" convocados para justificar la propuesta del gobierno recurren a argumentos falaces y datos equivocados. En el extremo de la intolerancia, una "académica" tachó a los expertos que se manifiestan contra esta iniciativa de "cabilderos coloristas" que defienden "intereses oscuros". AMLO tilda de conservador a quien entiende el futuro. Él, muy liberal, nos quiere regresar a un pasado que hace rato no existe.

¿Hay algún interés más oscuro que volver a un monopolio estatal que encarece innecesariamente la generación de electricidad? En México, la generación de energías limpias es hasta 72% más barata que el costo promedio de CFE. ¿Cómo pueden prometer que los usuarios pagarán menos por la luz si se privilegia generación cara y deja de ser obligatorio comprar primero la energía más barata? ¿Cómo bajará el costo si se desplomará inversión privada con tecnología de punta? ¿Hay interés más oscuro que quemar combustóleo, criminalmente contaminante, en vez de utilizar radiación solar y viento que aquí abundan? ¿Hay algo más oscuro que aprobar una reforma que incrementa el costo de generación en más de 400 mil millones de pesos de nuestro dinero -ya sea por tarifas o por subsidios- en los próximos 6 años?¹

 Aprobar la brutal contrarreforma cancela el futuro de México y costará millones de empleos, nos hace desperdiciar recursos que necesitamos. Hagamos que esta iniciativa ya se vote como está. "Negociar" es suicida. Las cúpulas empresariales se equivocan al buscar soluciones intermedias que hagan este sapo tragable. Corremos peligro cuando partidos como el PRI podrían negociar su apoyo a cambio de alguna gubernatura. Sería su más pírrica victoria.

Hoy necesitamos legisladores con agallas y principios. Necesitamos empresarios que piensen en qué país quieren para sus hijos. Y sí, necesitamos más expertos y opinadores que defiendan la verdad, que den argumentos y datos veraces para aclarar quiénes son los traidores.

AMLO ha sido el peor presidente de México. Decidió aprovechar su enorme capital político para destruir, denostar y polarizar. Su legado será juzgado por la historia, no estará en su testamento. Ahí no habrá "otros datos".

¹Datos del IMCO.

@jorgesuarezv

viernes, 14 de enero de 2022

Cuando...

Jorge A. Meléndez Ruiz

"Cuando estés solo, cuida tus pensamientos.

Cuando estés con amigos, cuida tu lengua.

Cuando estés enojado, cuida tu temperamento.

Cuando estés en un grupo, cuida tu comportamiento.

Cuando estés en problemas, cuida tus emociones.

Cuando empieces a tener éxito, cuida tu ego".

Un meme que me mandó mi amigo Óscar Elizondo.

Fantástico. Juguemos con el concepto.

 

EN LA POLÍTICA

 1. Cuando te rodees de lambiscones, duda de las porras.

2. Cuando sólo tu voz se escucha, tendrás un monólogo tonto.

3. Cuando siempre atacas y divides, vivirás en un ring.

4. Cuando premias al rijoso, cosecharás tempestades.

5. Cuando desoyes a la razón, la locura toma el control.

6. Cuando ignoras al que sabe, sufrirás las consecuencias.

7. Cuando evades la responsabilidad, el destino te alcanza.

8. Cuando no aprendes del fracaso, fracasarás constantemente.

9. Cuando regalas pescados, se acaban los pescadores.

10. Cuando atacas al que crea riqueza, la pobreza domina.

11. Cuando produces luz cara, la oscuridad llega.

12. Cuando inviertes en sonseras, tiras tu dinero.

13. Cuando tumbas instituciones, al rato te tumban.

14. Cuando la justicia no sirve, el criminal manda.

15. Cuando se decide a lo pendejo, el caos llega pronto.

16. Cuando se manipulan los datos, te golpea la realidad.

17. Cuando los maestros no educan, el país se estanca.

18. Cuando mal administras el sistema de salud, asesinas a tu gente.

19. Cuando recortas a lo pentonto, el caldo saldrá más caro que las albóndigas.

20. Cuando operas en la oscuridad, la corrupción florece.

  

EN LOS NEGOCIOS

 21. Cuando nunca se discute, sobran muchos.

22. Cuando no innovas, preparas tu epitafio.

23. Cuando ignoras al cliente, te comen el mandado.

24. Cuando sólo ordeñas a la vaca, se te acaba la leche.

25. Cuando olvidas a tu competencia, pierdes la carrera.

26. Cuando alejas al que piensa distinto, la mediocridad llega para quedarse.

27. Cuando el jefe grita siempre, el miedo paraliza todo.

28. Cuando operas sin planear, la suerte decide tu destino.

29. Cuando planeas sin operar, tu fantasía se derrumba.

30. Cuando nunca fracasas, nunca te arriesgas.

31. Cuando no premias al talentoso, te quedas con medianitos.

32. Cuando nunca se decide, alguien más decide por ti.

33. Cuando no hay metas claras, el desorden impera.

34. Cuando no se comunica bien, el ruido domina.

35. Cuando el jefe hace todo, los empleados son enanos.

36. Cuando el jefe no da el ejemplo, la hipocresía reina.

37. Cuando impera la injusticia, la grilla toma el control.

38. Cuando sólo escuchas porras, pierdes el campeonato.

39. Cuando exprimes y exprimes, terminas exprimido.

40. Cuando sólo te lamentas, terminas llorando siempre.

 

EN LA VIDA

 41. Cuando no ahorras nada, terminas quebrado.

42. Cuando no te ejercitas, llegan los achaques.

43. Cuando todo te enoja, nada te hará feliz.

44. Cuando te comparas en todo, vives en un sube y baja.

45. Cuando todo te da igual, irás a la deriva.

46. Cuando siempre gritas, nadie te escuchará.

47. Cuando te mides por lo que tienes, tendrás muy poco.

48. Cuando no admites tus errores, vives en el error.

49. Cuando todo te vale madre, te das en la madre.

50. Cuando nunca ríes, terminas llorando.

51. Cuando callas en todo, tu voz se apaga.

52. Cuando no disfrutas el trayecto, el camino es largo.

53. Cuando ves lo positivo, lo positivo llega.

54. Cuando das, recibes.

55. Cuando acaparas, engordas.

56. Cuando reflexionas, aprendes.

57. Cuando aprendes, mejoras.

58. Cuando mejoras, creces.

59. Cuando creces, disfrutas.

60. Cuando disfrutas, vives.

A veces las cosas valiosas vienen en paquetes chiquitos. De lo bueno, poco. Espero que ahora que inicia un nuevo año, todo pinte mejor.

Cuando acabe el 2022, que la vida sea un poquito mejor. Que México se aleje un poco del abismo. Que tú seas un poco más feliz.

A escribir en este nuevo lienzo.

Suerte en la aventura.

Posdata. Un radical "apoya reformas extremas y resulta tajante o intransigente". Pues sí, Presidente: usted es muuuy radical.


EN POCAS PALABRAS...

"Sé feliz en este momento, este momento es tu vida".

Confucio

 benchmark@mural.com.mx

 Twitter: @jorgemelendez

Ni Ebrard, ni Sheinbaum

Guillermo Velasco Barrera en MURAL 14 Ene. 2022

El año que recién comienza marcará una pauta muy relevante para las elecciones presidenciales del 2024, en las que un primer hito significativo será la consulta de revocación de mandato, así como las elecciones que tendrán lugar el próximo 5 de junio en diversos estados del país.

Lo anterior irá configurando un escenario específico para la elección presidencial, no tan solo por el resultado de los comicios del presente año, sino principalmente por los acuerdos entre grupos políticos, el posicionamiento de los diversos aspirantes, y la decisión que tome el presidente López Obrador sobre quién debería sucederlo.

Este último punto será algo decisivo, pues la designación del "ungido" en Morena impactará no tan solo al interior de este partido político, sino en los acuerdos y desacuerdos con otros otras fuerzas políticas, pues no hay que olvidar que la cuarta transformación tiene vasos comunicantes y aliados con todas ellas.

El Presidente ha dejado correr a Marcelo Ebrard y a Claudia Sheinbaum, siendo esta última a la que muchos analistas ubican como la preferida López Obrador para garantizar la continuidad de su proyecto. Pero es posible que el Presidente esté reservando y protegiendo su verdadera "carta", alentando un pleito a muerte entre otros aspirantes para que se desgasten.

La primera opción del Presidente para la elección del 2024 sería él mismo, pero lo anterior en principio estaría descartado por lo que marca la ley en torno a la reelección. Sin embargo, llama la atención cómo López Obrador le ha tomado el pulso a la opinión pública alentando ilegalmente la ampliación de mandato del gobernador de Baja California y del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. ¿Experimentos para ver hasta dónde se puede llegar?

Pero al no poder ser él mismo, lo que resulta el escenario más probable, López Obrador apostaría por alguien de toda su confianza y cercanía, que le garantice no solamente continuidad sino total impunidad. A través de sus "criaturas" e incondicionales es como se han perpetuado diversos dictadores en el mundo.

Bajo esa lógica, el "caballo negro" sería el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, quien suple estos días el Presidente en la tribuna mañanera y a quien López Obrador ha encomendado el acercamiento con los partidos de oposición. El también tabasqueño goza de todo el respaldo y el blindaje político para llegar sin desgaste al momento de la designación.

Otra "carta" en la mente del Presidente sería su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller, pero esta apuesta, no descartable por López Obrador para no moverse de Palacio Nacional, le abriría muchos frentes de ataque pues se leería como una franca reelección. Pero no hay que olvidar que en las dictaduras han existido "parejas presidenciales" o cónyuges que suceden a los tiranos en sus mandatos, lo que en realidad significa que éstos permanezcan en el poder.

Y otro "tirador" en Morena al que no hay que perderle la pista es a Ricardo Monreal, quien sin ser "destapado" por el Presiente no ha dejado de operar para promoverse como presidenciable, dejando entrever que buscaría la candidatura con o al margen de Morena. Lo que es cierto es que el zacatecano "no da paso sin huarache" y puede ser que su activismo y presión política tenga como propósito vender caro su amor, para sin ser candidato presidencial, tener una posición destacada en el propio proyecto de Morena a partir del 2024.

Pero lo cierto es que tiene conexiones con todos los partidos de oposición, posicionamiento nacional y una peculiar habilidad para tejer acuerdos políticos, por lo que buscará venderse como un posible candidato del bloque opositor.

Me inclino a pensar que permanecerá en Morena, pero vuelvo a la reflexión inicial: la decisión del Presidente, que se irá perfilando en los próximos meses, moverá muchas piezas en el ajedrez político del 2024.

@gvelascob

jueves, 13 de enero de 2022

Morena perderá en 2024

Jorge Suárez-Vélez en MURAL

09 Dic. 2021

A la memoria de Tere.

La segunda mitad de este sexenio será muy diferente a la primera. Siempre lo son. Esta vez no será la excepción. El aura de invencibilidad que AMLO quiere proyectar comprando masivas manifestaciones de apoyo en el Zócalo es más una demostración de debilidad que de fuerza. Es como el animal que ruge y muestra sus colmillos más para evitar una confrontación que para provocarla. El Presidente anhela una sucesión priista, pero sin PRI. Morena no tiene la disciplina, carece de las formas que se respetaban tras décadas de comprobar que acatarlas optimizaba el resultado colectivo. Pronto se verán las cuarteaduras. Conforme sea evidente qué bandos resultarán favorecidos, los que no lo sean boicotearán, traicionarán, agredirán. El fuego amigo será más cruel que el del rival.

López Obrador parece creer que a su partido le basta con el voto de sus seguidores más devotos. Tarde o temprano comprobará el error de despreciar a las clases medias y atacar a bastiones de su movimiento, como lo fueron la comunidad científica, la UNAM, el CIDE, otras universidades públicas y tantos grupos que le manifestaron lealtad y hasta refutaron la evidencia. Como le pasó a Arturo Herrera, otros constatarán que el love affair con el Presidente es un camino de ida sin vuelta.

Más de 600 mil muertos por el Covid acabarán pesando, como lo harán más de 100 mil asesinatos dolosos, feminicidios, 5 millones de nuevos pobres, 15 millones perdiendo servicios de salud, la sucesión de escándalos de corrupción cada vez más cerca del Presidente, las asignaciones directas, la militarización, las obras inconclusas, las finanzas públicas deterioradas, la falta de crecimiento, el desplome de la inversión, la inflación, el desempleo y el agreste trayecto que hemos emprendido hacia el empobrecimiento generalizado.

En su discurso de mitad de sexenio, AMLO ya ni intentó dar otros datos. La realidad se aleja rápido de sus febriles fantasías. Prefirió hablar de cambiar consciencias y culpar a los conservadores; mejor hablar del pasado que de un futuro que augura poco y malo. Como siempre, mintió sin ambages, sin pudor.

Su popularidad no es transitiva. No importa cuánto exhiba y apoye a Claudia Sheinbaum, su candidata será débil. Su llegada al poder sería alarmante. A diferencia de AMLO, un populista, nacionalista, propenso a políticas erráticas que caben en un amplio espectro ideológico, ella sí es de izquierda. Les abriría las puertas de palacio a tantos que ni se enteraron de que cayó el Muro de Berlín y que siguen defendiendo la magra "prosperidad" cubana. Ella es un peligro para México distinto.

La oposición es menos débil de lo que aparenta. No es menor la posibilidad de una amplia alianza opositora. Si se logra alta participación electoral y se convoca a los jóvenes, Morena es totalmente vencible. Recordemos que en la elección pasada ganó en muy pocas ciudades con más de medio millón de habitantes. López Obrador lo sabe, y acelerará su atropello autoritario conforme el deterioro de su "Cuarta Transformación" se haga manifiesto.

Por ello, el mayor reto que enfrentamos es la tentación del Presidente de aprovechar su popularidad, su mayoría legislativa, su control de la narrativa y de los medios, y su capacidad de movilización popular para asestarle un golpe de muerte al INE y demoler la imparcialidad del árbitro. Es ahí donde la toxicidad de su narrativa anti conservadores y neoliberales es más peligrosa. Ante la "atroz amenaza" de que éstos regresen al poder, la trampa electoral se vuelve disculpable. El fin justifica los medios. Como decía el cacique Gonzalo Santos: "en política, la moral es un árbol que da moras".

No hay línea roja más importante que esa en lo que resta del sexenio. El rumbo se debe definir en las urnas y ahí también se corrigen los errores. Tenemos que prepararnos para defenderla. Sabemos que no lo harán los medios. Las cúpulas empresariales reaccionarán, ante tan existencial amenaza, con todo el fervor de... un desplegado.

La buena noticia es que es ciertamente posible que Morena pierda la próxima elección presidencial. La mala es que mientras más factible sea ese destino, mayor será la tentación de socavar al árbitro.


@jorgesuarezv

Mentiras mañaneras

Ricardo Elias en MURAL

13 Ene. 2022

Desde hace tres años hay en México un medio de comunicación electrónico que funciona sin ningún tipo de reglas ni rigor periodístico. Me refiero a las conferencias mañaneras del Presidente.

Todos los días, este medio de comunicación oficial difunde información y noticias sin atender los códigos deontológicos que aplican al periodismo, y que tienen que ver con principios y normas de conducta, con derechos, obligaciones y responsabilidades éticas, y sobre todo con el "respeto a la verdad", lo cual incluye la obligación de rectificar y desmentir la información que resultase falsa.

Lo digo porque, si de mentir se trata, en estas conferencias las mentiras son cosa de todos los días.

De acuerdo con el estudio de la consultora política SPIN, en las 684 conferencias mañaneras que el Presidente ha dado durante sus primeros tres años de gobierno, éste ha emitido 61,079 declaraciones engañosas o afirmaciones falsas (eufemismo utilizado para llamar de otra manera a las mentiras).

Lo anterior quiere decir que cada mañana, el Presidente miente o engaña 89 veces en promedio. Seguramente por eso se ha contagiado ya dos veces del Covid-19, pues en otra de sus "afirmaciones falsas" dijo que "no mentir, no robar y no traicionar, ayuda mucho para que no dé el coronavirus".

Las conferencias mañaneras funcionan como un medio de comunicación electrónico al margen de la ley. Su conductor todos los días difunde información falsa, difama personas y empresas (más bien las lincha) sin que puedan defenderse y sin acceso al derecho de réplica que la ley establece.

Cada profesión tiene sus propios códigos de conducta y ética profesional (deontología) que obligan a quienes la ejercen a responder ante la sociedad con determinados niveles de conocimientos y competencia técnica. Sin embargo, la profesión de político parece no tenerla, o si la tiene, se manipula a conveniencia para evadir las responsabilidades derivadas de todo lo que dicen y hacen.

Si mienten, difaman, dilapidan recursos públicos, destruyen un sistema de salud, si su incompetencia o negligencia causa desabasto de medicinas, la muerte de personas, la destrucción de patrimonios, etcétera, al final no pasa nada, todo cambia para seguir igual.

En la comunicación oficial, el Presidente ejerce lo que llama su derecho a la libertad de expresión sin límite alguno. Su "información" diaria es sólo una fachada ornamental, la escenografía de una obra de teatro llamada Cuarta Transformación, cuyo guión está basado en el cinismo de los actores y el engaño o la resignación de un público deliberadamente dividido en dos: los engañados que aplauden la obra hasta de pie y hacen que sea un éxito de taquilla, y los resignados que lo más que pueden hacer es salirse del teatro prometiendo no volver a comprar un boleto de esa compañía.

Pienso que un político que habla y toma decisiones sin códigos éticos y sin escrúpulos, vive y duerme tranquilo por cualquiera de dos razones: o porque en sus delirios de grandeza está convencido de que el fin justifica los medios, o porque su poder y desvergüenza son tales que le permiten enfrentar su pequeñez moral con sarcasmos, burlas y resentimientos.

Antes (en el periodo neoliberal, como el Presidente llama al pasado reciente), el gobierno decía que los medios manipulaban la verdad. Hoy en México las cosas son al revés: el gobierno es el que manipula la verdad y los medios sólo tratan de revelarla, luchando contra el consejo de Maquiavelo que sin duda el Presidente sigue a pie juntillas: "Un príncipe que quiera lograr grandes cosas debe aprender a engañar".

Para desgracia de la 4T, vivimos en una democracia, por lo que no es tan fácil que el príncipe que vive en el palacio engañe y haga lo que le plazca.

Pero para desgracia de los mexicanos, vivimos en un país en el que el Estado de derecho y los contrapesos políticos son débiles y lo que reina es la corrupción y la impunidad, que permite al gobierno y a sus protegidos hacer prácticamente todo lo que se les ocurra, hasta violar la propia Constitución, si lo juzgan política y electoralmente rentable.

Mientras el público engañado que aplaude la obra de teatro sea mayoría, por más razón y argumentos legales que los demás tengamos, nuestras voces no pasarán de ser pequeñas piedras en los zapatos del Presidente.

"Se puede engañar a parte del pueblo

parte del tiempo, pero no se puede

engañar a todo el pueblo todo el tiempo".

Abraham Lincoln

ricardoelias1@gmail.com

ricardoelias.mx