miércoles, 23 de mayo de 2018

¿Secuestradora?

Sergio Sarmiento, Reforma.

"Sólo le llamo para decirle que a cambio de la libertad de su hija me tiene que entregar la cantidad de 5 mil pesos".

Nestora Salgado
 
 
No es legalmente una secuestradora, aunque sí secuestraba y pedía dinero para liberar a sus víctimas. El caso de Nestora Salgado volvió a llamar la atención después de que José Antonio Meade leyó en el segundo debate la transcripción de una llamada que la comandante le hizo a un campesino: "Soy la comandante Nestora Salgado y sólo le llamo para decirle que a cambio de la libertad de su hija me tiene que entregar la cantidad de 5 mil pesos. Así es que ya sabe, cuando tenga esa cantidad me la entrega y entonces yo le entrego a su hija".

Nestora, quien llevaba años de residir en Estados Unidos, creó una policía comunitaria en Olinalá en 2012 bajo el sistema de usos y costumbres, aunque ella no es indígena y el municipio no tiene ese régimen. Se afilió a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC). Al amparo de esta policía comunitaria secuestró a decenas de personas que supuestamente habían cometido faltas diversas.

Dulce Rubí Burgos Pérez, la niña por la que Nestora pidió 5 mil pesos de rescate, fue retenida el 8 de junio de 2013 y recluida en una "cárcel" comunitaria: "El lugar donde estuvimos -declaró- era horrible. Fue lo peor que nos pudo haber pasado en la vida. Había ahí menores de 13 años. Nos golpeaban. Nos maltrataban". El entonces síndico procurador de Olinalá, Armando Patrón Jiménez, fue secuestrado también, por 40 hombres armados al mando de Nestora, quien exigió 500 mil pesos por su liberación.

Nestora fue detenida el 21 de agosto de 2013 y acusada de 50 secuestros. Su caso se convirtió en causa célebre entre políticos, como Ricardo Monreal, e intelectuales, como Elena Poniatowska, quienes exigieron su liberación. El entonces gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, de izquierda, pidió al fiscal que retirara los cargos, pero éste se negó. A Nestora se le dio el Premio Nacional de Derechos Humanos Sergio Méndez Arceo en 2014.

La comandante contó con la defensa del despacho Gómez Mont, uno de los más caros del país. El abogado Emiliano Robles Gómez Mont me dijo en 2015 que, si acaso, ella era solo culpable de "ignorancia", porque aplicó castigos de usos y costumbres en Olinalá, un municipio mestizo y no indígena. En 2016 el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de las Naciones Unidas declaró que la detención de Nestora había sido arbitraria e ilegal.

El que Nestora haya secuestrado a decenas de personas, incluso a menores, no la hace una secuestradora bajo la ley mexicana. Verificado 2018 señaló como falsa la afirmación de Meade en el sentido de que Andrés Manuel Lopez Obrador había postulado a una secuestradora como candidata al Senado. Los jueces que vieron los casos, dijo Verificado, determinaron que la detención de Nestora había sido ilegal. Tres de los casos están todavía en apelación, pero Verificado tiene razón: La candidata al Senado no es legalmente una secuestradora, aunque haya secuestrado a muchos.

Las leyes mexicanas, en especial las que permiten la aplicación de usos y costumbres en municipios indígenas, han legalizado el secuestro cuando lo cometen "policías comunitarios". Olinalá no es uno de esos municipios, pero no importa. Gracias a las presiones de políticos e intelectuales Nestora está ya en libertad. Además, va a demandar a Meade por difamación y está en camino de convertirse en senadora. Cuando lo sea, ya no tendrá problemas. Gozará de fuero. Las víctimas no tendrán forma de conseguir justicia.

 
 
· DOBLE NACIONALIDAD
 
El artículo 32 de la Constitución prohíbe que quienes tienen doble nacionalidad puedan ser legisladores. Napoleón Gómez Urrutia dice que él ya renunció a la ciudadanía canadiense. ¿Habrá renunciado Nestora a la estadounidense? No lo ha anunciado hasta ahora.

 
 
@SergioSarmiento
 

martes, 15 de mayo de 2018

Y… no vendió el avión presidencial

Por Rubén Cortés - 15 mayo, 2018
Es una lástima que pase de noche la estancia en México de una de las víctimas vivas de la represión política del populismo chavista: el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma, a quien Nicolás Maduro mantuvo preso más de mil días por tuitear contra su gobierno.
Un TL muy caro: lo sacaron a empujones de su casa una madrugada y lo encerraron en un hueco. Huyó el pasado 17 de noviembre: atravesó montes y navegó ríos torrentosos hasta abordar una avioneta que intentaron derribar con misiles.
 Hoy, valora la libertad porque ya sabe lo que es perderla. “No hay tesoro que encierre la tierra, los mares ni los océanos más grande que la libertad, advertía El Quijote a Sancho Panza”, le dijo el exalcalde a la editora de La Razón Martha Cotoret.
 Ledezma hace un recuento de las promesas incumplidas del populismo en Venezuela, desde la campaña de Hugo Chávez en 1998:
 1.- Anunció la venta del avión presidencial, del coche blindado presidencial y que convertiría la residencia oficial en una escuela para niños pobres.
 A.- Pero no vendió el avión presidencial: mejor se compró otro en 100 millones de dólares. Y en la residencia oficial siguen viviendo sus hijas. Jamás fue una escuela para niños pobres.
 2.- Prometió respetar y ampliar la libertad de expresión, con más licencias para abrir nuevas televisoras y emisoras de radio.
 B.- Pero cerró las radios 92.9 FM y Mágica 99.1 FM; las televisoras RCTV, RCN TV, Caracol TV, CNN en Español y NTN24; las páginas web Infobae y Todo Noticias y el periódico TalCual; compró las televisoras privadas críticas TelevenVenevisión y Globovisión y el diario El Universal. Sólo en 2017, cerraron 69 medios de comunicación.
 3.- Prometió aumentar los salarios, regalar dinero a los jóvenes que ni trabajaban ni estudiaban y fomentar la libertad de empresa.
 C.- Pero expropió mil 200 empresas y Nicolás Maduro va por 526 expropiadas y 225 cerradas; mientras que abandonaron el país Latam Airlines, Lufthansa, Air Canada, Alitalia y Tiara Air; y quebraron la cervecera Polar, la refresquera Coca-Cola y las textileras Wonder y Zara.
 El testimonio del exalcalde de Caracas recuerda los de aquellos que escapaban del Gulag soviético, o de los albores del Gulag de las Américas:
 “No hay nada más maléfico que el populismo. Quita los derechos de propiedad, libertad y expresión. Las cárceles están llenas. Quien soñaba con un empleo ya no lo puede tener, porque quien lo generaba quebró y cerró su empresa, por expropiaciones, intervenciones, confiscaciones; 87 por ciento de la gente es pobre, el sueldo no alcanza ni para un bote de leche…”.
 Y pensar que todo eso empezó con la seductora promesa populista de vender el avión presidencial.
 ¡Así mismito!


Si es AMLO, gobernará el tigre

Pablo Hiriart 15 de mayo 2018 El Financiero.

López Obrador nos amenaza con que si pierde se va a Palenque y nos deja 'suelto al tigre', como una metáfora de que la turbamulta fanatizada pondría al país de cabeza.
Hay algo peor que eso: que AMLO gane.
Es que si López Obrador vence en julio, el tigre va a llegar a gobernarnos.
Con AMLO van a triunfar, si gana, todos los grupos radicales que tienen una ideología que en el más terso de los casos es socialista.
Están convencidos de la lucha de clases, del triunfo inevitable del proletariado y de la apropiación de los medios de producción que detenta la burguesía.
Y digo que en el más amable de los casos porque ahí están los grupos violentos, anarquistas, la CNTE y asaltantes de la propiedad privada porque la consideran intrínsecamente injusta.
¿Va a poder moderar López Obrador a esos grupos?
¿Sí? ¿Con qué argumentos que no sean expropiaciones o manga ancha para disponer de los bienes ajenos como si fueran 'del pueblo'?
López Obrador ha sido el principal promotor de la creación de ese tigre con el que nos amenaza si pierde, o que llegará con él a Palacio Nacional si gana.
Él ha sembrado la división en México durante más de doce años, al decirle a los pobres que lo son por culpa de una mafia de adinerados que sus caricaturistas pintan con cara de cerdo.
Ha sido López Obrador el que puso a los mexicanos unos contra otros.
Él ha generado el odio y la división, que es distinto al enojo contra un gobierno por sus errores y por sus excesos.
López Obrador echó a andar la maquinaria del odio como una forma de ganar votos, de tener seguidores, de forjar un músculo electoral para su movimiento que tiene por finalidad alcanzar el poder.
Hay odio en el país, sembrado por él. Le dijo al pueblo en absolutamente todos los municipios del país que los ricos mafiosos y sus achichincles le robaron la presidencia en 2006 y en 2012.
El objetivo de robarse la presidencia, según él, era mantener pobres a los pobres para que los ricos se hicieran más ricos.
¿Cómo no va a haber odio en los sectores populares y estudiantiles, si su líder les dice durante más de una década, todas las semanas, que están mal porque otros están bien?
Ahora, si triunfa López Obrador, los odiadores van a decir, con toda razón, al fin ganamos. El poder es nuestro.
Y van a cobrar su parte. Van a ejercer el derecho que tiene todo triunfador de una contienda electoral democrática: mandar.
¿O van a mandar la señora Sánchez Cordero, Esteban Moctezuma y Alfonso Romo?
López Obrador creó un monstruo, el tigre, que no va a poder meter a la jaula cuando esté en el poder.
La CNTE le va a pedir dirigir la educación en los estados en que es fuerte.
Van a expropiar los camiones con mercancías de las 'transnacionales' que según ellos los han empobrecido.
Desde luego que van a apropiarse de radiodifusoras y otros medios de comunicación privados para hacerse oír, porque el poder será suyo.
¿O qué va a hacer el presidente López Obrador? ¿Les va a echar la Policía Federal encima?
Desde luego que no. Ellos habrán ganado el poder. Y lo habrán ganado, increíblemente, por la vía democrática.
Las autodefensas armadas van a querer mandar sobre el Ejército y hacer justicia con sus armas sobre sus rivales, que a la vez cobrarán venganza.
¿O cuál va a ser la orden del comandante supremo a las Fuerzas Armadas sobre las autodefensas, ligadas al ERPI y al EPR?
Todo eso puede pasar en México porque al poder van a llegar los que han acumulado odio y resentimiento alimentado por su líder. Y ese líder, sentado en la silla presidencial, no podrá controlarlos. Aunque quiera.

jueves, 3 de mayo de 2018

Así será el futuro con AMLO

Pablo Hiriart, El Financiero, 3 mayo 2018.

Las expropiaciones en un gobierno como el de López Obrador son inevitables. Consustanciales a su movimiento. De eso se trata.
No entiendo de qué se asustan ahora porque lo dice Paco Ignacio Taibo II, cuando lo hemos visto en la historia del populismo en América Latina.
Y para no ir más lejos lo tenemos aquí en México ahora, con el lopezobradorismo.
Con López Obrador va a llegar al poder un movimiento cuya base social organizada es la CNTE, agrupaciones radicales de la economía informal, asociaciones rurales y urbanas de autodefensa y todo tipo de células que, con buenas o malas razones, buscan la venganza social y de clase.
Los que están fuera de lugar son los Alfonso Romo y otros empresarios y políticos que creen que van a poder controlar a AMLO.
Él es su movimiento. Su movimiento va a mandar, como dice Paco Ignacio Taibo y no como tranquiliza Romo al sector productivo.
Un caso: En Tabasco dejaron de pagar luz por instrucciones de López Obrador y la deuda asciende a once mil millones de pesos (25 por ciento de la cartera vencida de CFE la concentra ese estado que tiene el cuatro por ciento de la población nacional).
Cuando la CNTE y similares exijan expropiar Bimbo o una llantera o una petrolera o una refresquera por 'trasnacionales' para que esas fábricas pasen a poder de los trabajadores, sólo van a tener que dejar de pagar la luz.
¿Qué va a hacer López Obrador? ¿Les va a cortar el servicio? ¿Los va a dejar a obscuras por no pagar? Claro que no. Ahí va un interventor del gobierno.
Cuando los empresarios vayan con el presidente López a cabildear o presionar sobre sus temas, como ocurre en todas las democracias del mundo, ¿cómo va a reaccionar el movimiento gobernante?
Lo dice paco Ignacio Taibo II: “Andrés Manuel en Los Pinos recibe una comisión de altos hombres de las finanzas mexicanas. Ahí están Slim, ahí está la dueña de las cervecerías Modelo para decirle: ‘No, no, cuidado Andrés, porque si avanzan ustedes en ese sentido nos llevamos las fábricas a Costa Rica’. Si ese mismo día, a esa misma hora, no estamos dos o tres millones de mexicanos en la calle diciendo: si te quieren chantajear, Andrés, exprópialos. Chinguen su madre. ¡Exprópialos! ¿Sí? La presión a la que puede ser sometido un caudillo, por más radical, competente y honesto que sea, es tremenda, necesita la presencia del movimiento social detrás, que impulse hacia el cambio”.
Eso es lo que va a haber.
A Taibo lo regañó Ebrard por decir la verdad.
Como lo publicó ayer en estas páginas, con todo y paréntesis, Salvador Camarena, cercano a esa causa:
“Taibo sabe de historia. No es un loco ni un exagerado. Sabe que habrá un intento por someter a un gobernante distinto a la élite convencional. Si acaso, Paco pecó de honestidad y candidez (por avisar cómo sería el futuro), no de otra cosa”.
¿No lo entienden? ¿Todavía no queda claro cómo viene el futuro? Reconvienen a Taibo por avisar.
Ya lo hacen la CNTE, la CETEG y organizaciones estudiantiles y de autodefensa.
Expropian camiones de grupos empresariales en las casetas –que toman– por ser de empresas trasnacionales.
¿Qué van a hacer esos grupos con el poder en sus manos? Porque si gana AMLO ganan ellos. Son la misma cosa.
No van a devolver las radiodifusoras que toman ni los hoteles que toman ni los aeropuertos privados que toman ni los autobuses que toman.
Ellos van a mandar. ¿O el presidente López les va a echar encima a la fuerza pública a quitárselos?
“Chinguen su madre. Exprópiese”, como dice PIT II.
Su pecado, como apuntó Salvador Camarena, no es decir lo que dijo, sino “avisar cómo sería el futuro” si gana López Obrador.
¿Alguna duda?