JAQUE MATE / Sergio Sarmiento
16 Dic. 2014
"La ausencia de alternativas aclara la mente de manera maravillosa".
Henry Kissinger
¿Quién empezó el enfrentamiento del domingo en la madrugada en Chilpancingo antes del concierto de Panteón Rococó? No lo sé. Los activistas de la CETEG y normalistas de Ayotzinapa dicen que fueron agredidos, sin razón, por policías federales en estado de ebriedad. La Policía Federal a su vez afirma que un numeroso grupo de encapuchados llegó al hotel en que se hospedaban 12 policías y, sin razón, procedió a golpear a los policías y secuestró a tres.
En medio de las sinrazones el saldo fue de una veintena de heridos, varios de ellos graves. Uno de los policías golpeados, trasladado a la Ciudad de México para su tratamiento, sufre un grave traumatismo craneoencefálico. Al parecer los encapuchados que lo arrastraron dejaron que su cabeza rebotara una y otra vez contra los peldaños de una escalera. Otro fue azotado en la espalda como si fuera un esclavo en tiempos romanos. La Policía Federal afirma que ninguno de los agentes tenía indicios de haber ingerido bebidas alcohólicas. La Policía Federal ha presentado una denuncia contra quien resulte responsable, pero ya sabemos que no se actuará contra nadie.
La tensa situación no augura nada bueno. No pasará mucho tiempo para que volvamos a ver muertes de policías o activistas. Parecería que los dirigentes de la CETEG y de Ayotzinapa están buscando provocar un enfrentamiento violento para detonar una revolución. A los policías no se les deja actuar y cuando finalmente lo hacen, son acusados de violar derechos humanos. Ya lo decían unos policías estatales de Guerrero el 12 de noviembre: "No somos costales ni animales ni payasos para que nos golpeen y se ría la sociedad de nosotros al ver que no podemos hacer nada".
Por lo pronto la promesa del Presidente de mantener abierta la Autopista del Sol sigue sin cumplirse. El viernes la Autopista estuvo cerrada más de cuatro horas por miembros de la CETEG. Ayer nuevamente fue bloqueada. Capufe, al dar al conocer el bloqueo en su cuenta de Twitter, señaló: "Sin ruta alterna". No aclaró si hablaba de la autopista o del país.
¿Cómo hemos llegado a esto? Por falta de un Estado de derecho. No es nada más la violencia de Iguala. Vivimos en un país en el que cualquiera viola la ley y la autoridad parece interesada en todo menos en hacerla cumplir. Ahí están los ejecutados de Creel y los de Villas de Salvárcar, los de Torreón y los de San Fernando, los muertos del Casino Royale de Monterrey y las víctimas de El Pozolero. Esa misma ausencia de ley la vivimos en los robos cotidianos y en los ministerios públicos que hacen todo lo posible para no levantar una denuncia, y en aquellos que, mientras dicen que tienen una causa justa, bloquean carreteras, roban peajes o utilizan a los policías como costales para golpear.
Un gobierno tiene obligación de hacer cumplir la ley. No sé qué me parece más lamentable: un Presidente que tiene que prometer que ya no permitirá el cierre de una autopista o el que los grupos de poder sigan bloqueándola. No entiendo un gobierno que regala televisores o iPads, que promete seguros de desempleo y pensiones universales sin primas ni aportaciones para reservas, pero que no puede realizar su función fundamental de hacer cumplir la ley.
Yo no sé quién empezó la gresca en Chilpancingo, pero me parece que un encapuchado que propina una golpiza brutal a un policía, y lo deja con daño cerebral, merece un castigo aunque sea maestro o normalista. Hay que exigir justicia por los estudiantes desaparecidos, pero también por los policías agredidos. No tendremos ruta alterna si el gobierno no se atreve a hacer cumplir la ley.
DESGOBIERNO
Ya no son factores externos. La Bolsa Mexicana perdió ayer 3.31 por ciento mientras que el dólar al menudeo se cotizaba arriba de los 15 pesos en ventanillas bancarias a pesar de las inyecciones del Banco de México de cientos de millones de dólares. ¿Será que los inversionistas no sienten confianza ante un gobierno que no puede o no quiere gobernar?
@SergioSarmiento
Henry Kissinger
¿Quién empezó el enfrentamiento del domingo en la madrugada en Chilpancingo antes del concierto de Panteón Rococó? No lo sé. Los activistas de la CETEG y normalistas de Ayotzinapa dicen que fueron agredidos, sin razón, por policías federales en estado de ebriedad. La Policía Federal a su vez afirma que un numeroso grupo de encapuchados llegó al hotel en que se hospedaban 12 policías y, sin razón, procedió a golpear a los policías y secuestró a tres.
En medio de las sinrazones el saldo fue de una veintena de heridos, varios de ellos graves. Uno de los policías golpeados, trasladado a la Ciudad de México para su tratamiento, sufre un grave traumatismo craneoencefálico. Al parecer los encapuchados que lo arrastraron dejaron que su cabeza rebotara una y otra vez contra los peldaños de una escalera. Otro fue azotado en la espalda como si fuera un esclavo en tiempos romanos. La Policía Federal afirma que ninguno de los agentes tenía indicios de haber ingerido bebidas alcohólicas. La Policía Federal ha presentado una denuncia contra quien resulte responsable, pero ya sabemos que no se actuará contra nadie.
La tensa situación no augura nada bueno. No pasará mucho tiempo para que volvamos a ver muertes de policías o activistas. Parecería que los dirigentes de la CETEG y de Ayotzinapa están buscando provocar un enfrentamiento violento para detonar una revolución. A los policías no se les deja actuar y cuando finalmente lo hacen, son acusados de violar derechos humanos. Ya lo decían unos policías estatales de Guerrero el 12 de noviembre: "No somos costales ni animales ni payasos para que nos golpeen y se ría la sociedad de nosotros al ver que no podemos hacer nada".
Por lo pronto la promesa del Presidente de mantener abierta la Autopista del Sol sigue sin cumplirse. El viernes la Autopista estuvo cerrada más de cuatro horas por miembros de la CETEG. Ayer nuevamente fue bloqueada. Capufe, al dar al conocer el bloqueo en su cuenta de Twitter, señaló: "Sin ruta alterna". No aclaró si hablaba de la autopista o del país.
¿Cómo hemos llegado a esto? Por falta de un Estado de derecho. No es nada más la violencia de Iguala. Vivimos en un país en el que cualquiera viola la ley y la autoridad parece interesada en todo menos en hacerla cumplir. Ahí están los ejecutados de Creel y los de Villas de Salvárcar, los de Torreón y los de San Fernando, los muertos del Casino Royale de Monterrey y las víctimas de El Pozolero. Esa misma ausencia de ley la vivimos en los robos cotidianos y en los ministerios públicos que hacen todo lo posible para no levantar una denuncia, y en aquellos que, mientras dicen que tienen una causa justa, bloquean carreteras, roban peajes o utilizan a los policías como costales para golpear.
Un gobierno tiene obligación de hacer cumplir la ley. No sé qué me parece más lamentable: un Presidente que tiene que prometer que ya no permitirá el cierre de una autopista o el que los grupos de poder sigan bloqueándola. No entiendo un gobierno que regala televisores o iPads, que promete seguros de desempleo y pensiones universales sin primas ni aportaciones para reservas, pero que no puede realizar su función fundamental de hacer cumplir la ley.
Yo no sé quién empezó la gresca en Chilpancingo, pero me parece que un encapuchado que propina una golpiza brutal a un policía, y lo deja con daño cerebral, merece un castigo aunque sea maestro o normalista. Hay que exigir justicia por los estudiantes desaparecidos, pero también por los policías agredidos. No tendremos ruta alterna si el gobierno no se atreve a hacer cumplir la ley.
DESGOBIERNO
Ya no son factores externos. La Bolsa Mexicana perdió ayer 3.31 por ciento mientras que el dólar al menudeo se cotizaba arriba de los 15 pesos en ventanillas bancarias a pesar de las inyecciones del Banco de México de cientos de millones de dólares. ¿Será que los inversionistas no sienten confianza ante un gobierno que no puede o no quiere gobernar?
@SergioSarmiento
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