miércoles, 8 de marzo de 2017

Sobre la campaña de AMLO

Autonomía Relativa
Juan Ignacio Zavala
8 de marzo 2017

AMLO ha desplegado una ofensiva mediática y de relaciones públicas que pretende hacer sentir que su triunfo es inevitable. Hay un sector mediático y empresarial que le ha comprado su adelantada victoria. Sin mayores datos que una subida leve en las encuestas, después de mantenerse empatado durante meses con Margarita Zavala (como bien saben l@s lector@s, ella es mi candidata, aunque este texto pretende ser lo más objetivo posible). Si bien es cierto que ya no despierta el pavor que en años pasados –no necesariamente porque no sea de cuidado, sino por la costumbre de verlo y escucharlo todos los días durante años–, todo parece indicar que ha llegado a un tope. De ahí la estrategia de conseguir un equipo de externos que lo apoyen. En este caso ha recurrido a personajes de lo que él denomina la “mafia del poder”: empresarios que tuvieron su momento de gloria hace treinta años, sujetos que formaron parte de algún gabinete presidencial, priistas de décadas que ya no pueden conseguir una candidatura –da lo mismo sus niveles de corrupción o criminalidad, lo importante es que lo apoyen– y sectores de la prensa que hablaron mal de él y que ahora dicen que ya no muerde. Esta campaña de Andrés Manuel de anunciar que se rodea de gente que sí conoce diversas materias, me recuerda la de Ana Guevara con su grupo de “expertos”, ese lema lo que pretendía era quitar la fuerte imagen de ignorancia que sobre los asuntos de gobierno tenía esa candidata. Con el Peje es igual, como muchos suponen que nada más sabe gritar lo rodean de gente que “sí sepa”. Estamos a más de quince meses de las elecciones y no hay nada seguro para nadie de los que aparecen ahorita en las encuestas. Su fuga hacia adelante es una forma de evitar la competencia y de ir sembrando el “fraude”, el “robo” de la elección que tanto pregona, pero que le ha permitido vivir más de una década de dinero público en cantidades exorbitantes. Si Andrés Manuel va a la cabeza de las encuestas después de llevar todo el siglo en campaña, tiene algo de lógica. Tan solo este año tendrá a su disposición más de mil millones de pesos y centenares de miles de spots que si se juntan a lo hecho en años pasados, tiene explicación su ligera ventaja. Lo que no explican bien es por qué alguien que no tiene presupuesto, que no tiene la estructura de partido, que no ha tenido un spot para ella sola en su vida, está en situación competitiva con él –me refiero a Margarita. Una cosa es clara: AMLO es perfectamente derrotable. Por lo pronto ya dejó en claro uno de sus proyectos más anhelados: volver “al pasado, porque había ferrocarriles y petróleo”. Claro, Andrés Manuel extraña cuando no había computadoras, cuando cruzaba a caballo de un lado a otro, prefiere el burro a la rueda, lo suyo es el pasado, lo que se fue: cuando no había datos, cuando las cosas no se sabían, cuando la mujer se quedaba en casa y había ferrocarril; cuando no había televisión en blanco y negro y petróleo. Ese es el mundo de Andrés Manuel, al que quiere volver y, peor aún, al que nos quiere llevar. Twitter: @JuanIZavala

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