ING. ALFONSO ROMO GARZA,
INDUSTRIAL POLÍTICO:
+Si te golpean la mejilla
derecha, pon la izquierda
Cristo
7 marzo 2017
Tiene usted, don Alfonso, motivos al parecer fundados para expresar su fe en la lealtad de Andrés Manuel López Obrador y debe tener razón, si no agregamos una pregunta que es: ¿lealtad a qué o a quién?
Le mando, sintetizada, esta entrega de CONFIDENCIAL que corresponde al día 7 de febrero de 2007 y lo que ahí cuento sucedió unos ocho años atrás:
“Estaba la quincuagésima séptima Legislatura (federal) en su segundo año de trabajo y la fracción perredista se empeñaba en lograr fondos para los programas de obra pública de Cuauhtémoc Cárdenas, el primer gobernante electo de la ciudad de México.
“El lugar histórico, el triunfo político, el poder político lo tenía ya asegurado el jefe de gobierno del Distrito Federal, pero para la ciudadanía todo eso sería insulso si no obtenía los beneficios concretos que sus votos y sus esperanzas demandaban.
“La negociación estaba siendo difícil con las fracciones priista y panista, pero los avances permitían avizorar buenas posibilidades de aterrizar con éxito lo que se pretendía: un incremento sustancial en la capacidad de endeudamiento del gobierno capitalino, que pudiera aspirar hasta los 15 mil millones de pesos para el trienio cuauhtemista. Los diputados Pablo Gómez y Demetrio Sodi eran los operadores principales de la estrategia y ya habían recibido las señales suficientes de que podrían obtener el apoyo necesario si, de su parte, ellos apoyaban las negociaciones que el gobierno de Zedillo había realizado a través del FOBAPROA para evitar que si la mayoría de los banqueros habilitados habían perdido sus inversiones, ello no significara la muerte de la banca y, en consecuencia, el hundimiento económico y financiero de México por quién sabría cuántas décadas
“Sólo que surgió un ‘pequeño detalle’, que fue conocido cuando alguno de los diputados perredistas leales a Cuauhtémoc reveló la instrucción que había recibido:
“El presidente nacional del PRD, Andrés Manuel López Obrador, estaba girando órdenes a la fracción de su partido en la Cámara de Diputados para que de ninguna manera se propusiera la ampliación del techo de endeudamiento al gobierno del Distrito Federal.
“Demetrio Sodi había propuesto a Cárdenas esa alternativa como la única solución viable para cumplir con un programa de obra pública que abonara el propósito de que el jefe de gobierno llegara al año 2000 nuevamente como candidato presidencial, pero ahora apoyado por un partido que hubiese demostrado su capacidad de ser una oposición constructora; no sólo en lo político, en lo material también y en consecuencia, fue a informarle lo que estaba sucediendo.
“Cárdenas se negaba a dar crédito a tan grave acusación. No podía aceptar una conducta de esa clase en quien había recibido todo su apoyo para crecer dentro del partido. “Convóquenos, ingeniero -propuso Sodi-, a aclarar esto”. Así sucedió.
“Cuando estuvieron juntos Rosario Robles, AMLO y Sodi con Cárdenas, el jefe de gobierno reveló al dirigente del partido la información que tenía y preguntó si sabía quién estaba dando esa instrucción a los diputados. López Obrador respondió que no sabía nada al respecto, pero Sodi lo atajó de inmediato:
“‘¿Cómo no sabes, si eres tú mismo, Andrés Manuel…?’
“Acorralado, AMLO no tuvo más camino que hacer frente a la situación y reconocer su autoría, ‘pero es que no puedo aceptar, ingeniero –explicó palabras más palabras menos- que la moneda de cambio sea el FOBAPROA cuando se trata del mayor robo que los mexicanos hayamos sufrido desde la conquista y…’.
“Cuando frenó su perorata, el diputado Sodi refutó sus consideraciones y le explicó con razonamientos técnicos cuál era la verdad sobre el FOBAPROA y por qué la visión del jerarca perredista no era certera.
“La discusión se prolongó hasta que Cárdenas -si mi información es precisa- decidió frenarla razonando a la vez que el primer gobierno perredista de la capital nacional estaba obligado a realizar un papel incuestionable, lo que sólo se lograría realizando los programas de obra pública que a la ciudad le urgían. Alguien preguntó entonces a López Obrador por qué, si Sodi acababa de demostrar los puntos débiles en los criterios que él sostenía sobre la negociación bancaria, insistía en mantener su posición:
“‘¡Por principios...!’, fue su respuesta, y ya sin necesidad de esconderse de nadie, lanzó toda la fuerza del partido sobre sus diputados federales para que retiraran todo apoyo a la iniciativa de ampliar el trecho de endeudamiento al gobierno de la ciudad.
“Poco menos de un año después, López Obrador lanzó su libro sobre el FOBAPROA, uno de los elementos de la precampaña que le llevaría a ser el candidato perredista al gobierno capitalino como sucesor de Cárdenas luego del interinato de Rosario Robles. El candidato perredista, con todo el apoyo, nuevamente, de su principal mecenas político, al que había negado el apoyo para realizar la obra de gobierno ofrecida para arrancar al PRI el mando en la capital nacional…”.
O sea, ingeniero Romo, que, como siempre, López Obrador fue en aquella ocasión, sin duda, congruente con su lealtad… a él mismo. Déjeme continuar mañana…
Internet: Lmendivil2010@gmail.com
Facebook: Leopoldo Mendívil
Twitter: @Lmendivil2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario