Pablo Hiriart
El súbito acercamiento de López Obrador al sector privado es
público y notorio, y algunos piensan que se trata de un sincero cambio de
actitud del próximo candidato presidencial mientras otros opinan que es una
estrategia para llegar al poder.
Su nuevo discurso me recuerda una entrevista de Jorge Ramos
a Hugo Chávez en diciembre de 1998, poco antes de las elecciones presidenciales
en Venezuela, que vale la pena volver a ver (www.youtube.com/watch?v=8zp647hF4QY)
o a leer.
Jorge Ramos: Comandante, déjeme hablarle sobre el miedo que
usted genera en muchísimas personas, en el exterior hay gente que le tiene
miedo.
¿Usted sabe eso, no?
Hugo Chávez: No sé por qué, je je je…
Ramos: Bueno, primero, dicen que no es demócrata. ¿Usted
está dispuesto a entregar el poder después de cinco años?
Chávez: Claro que estoy dispuesto a entregarlo. No solamente
después de cinco años, yo he dicho que incluso antes, porque nosotros vamos a proponer
aquí una reforma constitucional, una transformación del sistema político, para
tener una democracia verdadera, mucho más auténtica. Si, por ejemplo, yo a los
dos años resulta que yo soy un fiasco, un fracaso o cometo un delito, un hecho
de corrupción o algo que justifique mi salida del poder antes de los cinco
años, yo estaría dispuesto a hacerlo.
Ramos: ¿Nacionalizaría algún medio de comunicación, algún
medio privado?
Chávez: No. Basta con el medio de comunicación que tiene el
Estado hoy. El Estado tiene el canal 8, Venezolana de Televisión, hay que repotenciarlo,
ponerlo a trabajar en función de la educación nacional, de los valores
nacionales. Los demás canales yo tengo la mejor relación con ellos, con los
medios de comunicación, deben seguir siendo privados. Más bien estamos
interesados en que se amplíen, se profundicen.
Ramos: ¿No hay intención de nacionalizar absolutamente nada?
Chávez: No, absolutamente nada. Incluso hemos dicho:
nosotros estamos dispuestos a darle facilidades, aún más de las que hay, a los
capitales privados internacionales para que vengan a invertir en las más
diversas áreas: agricultura, agroindustria, petroquímica, industria gasífera,
todo lo que es el desarrollo del país. Vea que tenemos un proyecto bastante
ambicioso que necesitará de la inversión privada. Yo aprovecho para hacer un
llamado a todo el mundo: yo no soy el diablo (sonrisas), yo soy hombre que va
con los mejores lazos de hermandad a trabajar conjuntamente con todos los países
de América Latina, de Norteamérica y del mundo entero.
Ramos: La última pregunta, de Cuba es ésta: Si para usted
Cuba es una dictadura o no es una dictadura.
Chávez: Sí es una dictadura. Sí, pero no puedo yo condenar a
Cuba, sabes que hay un principio de derecho internacional que es la autodeterminación
de los pueblos. Los pueblos deben darse sus gobiernos o deben hacer sus propias
historias. Yo no puedo desde Caracas, sentado aquí, empezar a juzgar a los
gobiernos y a los pueblos del mundo.
Bueno, esas respuestas ¿le suenan conocidas?, ¿le recuerdan
el discurso de alguien?
Como se sabe, Chávez expropió los medios de comunicación,
las empresas, las agroindustrias, encarceló a opositores, no dejó el poder
hasta la muerte, controló al Poder Judicial y gobernó por decreto.
En México López Obrador ha dado un giro en su relación con
el sector privado. Usted dirá si es un cambio genuino en su forma de ver al
país y al mundo o es estrategia electoral como la de Chávez.
¿Qué cree?
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