Andrés Manuel, un lobo disfrazado

José Cardenas 21/06/2012 El peje revela su lado radical cuando amenaza con desconocer los resultados electorales. Si no prepara un conflicto pos ... Pese a sus mejores esfuerzos, el candidato de “las izquierdas” no ha logrado disipar los miedos. Su discurso petrificado no funciona… gusta a los “fieles” que nunca le darán la espalda… pero no convence a nuevos electores que lo miran como un lobo disfrazado. El Peje revela su lado radical cuando amenaza desconocer los resultados electorales. Si no preparara un conflicto poselectoral, ¿qué sentido tiene la acusación ambigua de un fraude en proceso? La honestidad es un asunto personal, un valor supremo que no aplica a sus más cercanos… Allegados y rivales no son juzgados con la misma rudeza. Andrés Manuel es bipolar cuando aborda temas sensibles. En el discurso es hombre de izquierda… en los hechos resulta conservador. Por ejemplo: no está de acuerdo con el aborto y los matrimonios homosexuales, pero evita confrontarse con su partido… y más con las organizaciones religiosas. Mantiene la promesa de igualdad y justicia; atención a los más necesitados; redistribuir la riqueza; atender a la población vulnerable… sin embargo, no aclara cómo obtendrá tanto dinero para izar, a toda asta, esas banderas. Pretende incrementar la cobertura educativa sin mencionar la calidad. –¿Algo similar a lo que ocurre con la universidad y las preparatorias de la Ciudad de México, creadas para mantener a los jóvenes alejados de las calles… sin parámetros de evaluación y disciplina? Se opone a tolerar la inversión privada en Pemex pese a la quiebra técnica de la paraestatal. Promete crear cinco refinerías… cuando nuestro drama es el agotamiento de las reservas de hidrocarburos. –¿Quiere mantener bajo el precio de las gasolinas para fomentar el desperdicio, como se hace con el agua en el DF? En materia comercial, piensa retomar estrategias proteccionistas. –¿Renegociará el Tratado de Libre Comercio para que el vecino del norte permita el libre flujo laboral? En resumen, no votaría por López Obrador, porque es un mesías populista… porque su verdadera vocación no es la conciliación sino el arrebato… porque su condición de agitador social lo confronta con el demonio de las instituciones… porque su resentimiento puede más que el amor hipócrita… porque su gobierno en el DF fue errático, opaco y corrupto… porque sería darle más poder a delincuentes como René Bejarano y Gustavo Ponce (la lista es larga). No votaría por Andrés Manuel porque la rendición de cuentas no es lo suyo… porque en diez años no ha logrado explicar el origen de los recursos para su “eterna” campaña… porque siempre se ha resistido a la transparencia. …porque su “gabinete” sería una mezcla de grandes personalidades sin consenso ni unidad. …porque su política exterior no tiene fronteras conocidas. MONJE LOCO: –¿Si López Obrador no es un ambicioso vulgar, por qué ambiciona tanto más cuanto… como en un cuento? Josecardenas@me.com