Raymundo Sánchez |
Condenados por sus propios “aliados” están los 522 alumnos de la Normal de Ayotzinapa, en Tixtla, Guerrero, que desde aquella trágica noche del 26 al 27 de septiembre del año pasado, no han recibido ni una sola clase y, en cambio, se han convertido en profesionales de la protesta, el vandalismo, el robo, el saqueo y, lo más triste, la mendicidad. Porque después de que sus 43 compañeros fueron desaparecidos por órdenes del perredista alcalde de Iguala, José Luis Abarca, sus ideólogos de la izquierda radical e incluso de la guerrilla, los han convencido de que tienen “derecho” a que les den todo gratis y a cometer todo tipo de tropelías como robar camiones repartidores, tiendas, cobrar su peaje en carreteras y destruir inmuebles gubernamentales. Los primeros en fomentar esas actitudes antisociales y delictivas son sus maestros, encabezados por su director José Luis Hernández Rivera: van a aprobar a esos 522 alumnos sin haber cursado una sola clase desde hace un año y les permiten convertir a la Normal Isidro Burgos en la cueva de Alí Babá, donde llevan el botín de sus saqueos e incluso mantienen secuestrados decenas de vehículos repartidores y oficiales. Los engañan: les hacen creer que se están convirtiendo en revolucionarios, pero la verdad es que apenas llegan a mendigos con garrote. + Al ruedo está dispuesto a lanzarse José Luis Torero, el perito peruano que contrató el GIEI de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para debatir con el especialista en procesos termoquímicos y cinética que coadyuvó con la PGR, Enelio Torres García. El primero niega la posibilidad de que los 43 normalistas hayan sido quemados en Cocula, Guerrero, y el segundo afirma todo lo contrario. Así respondió al reto de Torres García: “Yo no conozco cuáles son las consideraciones técnicas a las que se refiere el doctor Enelio Torres García, así que no puedo opinar. Como ya he dejado en claro, si la PGR decide reabrir esta investigación, yo estoy dispuesto, en el contexto de una investigación técnica, a cooperar, debatir y discutir con otros expertos mi posición”. Los únicos que se oponen públicamente al debate son los abogados de los padres de los 43. Porque la versión de Torero es la que más se adecúa a sus intereses. + Cueva de bandidos y no sólo creadora de fósiles es en lo que se ha convertido la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). A la crisis de titulados que enfrenta (819 de 2001 a 2014) se suman los robos que han alcanzado hasta la mismísima oficina del rector Hugo Aboites. El pasado 17 de septiembre, alguien entró a su despacho en la colonia Doctores y se llevó su laptop personal, su cafetera y hasta su ventilador. Lo peor fue que el personal de la universidad se percató de la presencia del ladrón en la oficina de Aboites y, en lo que pidieron ayuda a la policía capitalina, éste escapó. Pero llama la atención que la UACM atribuye el atraco… ¡a un ataque a la libertad de expresión! raymundo.sanchez@razon.com.mx Twitter: @r_sanchezp |
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martes, 22 de septiembre de 2015
Ayotzinapa forma mendigos, no profesionistas
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