lunes, 27 de febrero de 2017

Los dictadores de hoy: AMLO, Trump y Maduro

RICARDO ALEMÁN |
 27-02-2017 06:00 AM

Cuando una democracia está en peligro de retroceder en dirección a una dictadura, el síntoma más claro de esa desviación --y al tiempo el más peligroso--, es el ataque a la libertad emblema de la democracia; la libertad de expresión.  
Y es que el ataque a los medios y –en general--, a la libertad de expresión, no viene de la sociedad, sino de reputados actores políticos de la democracia víctima del proceso de demolición. 
Y por absurdo que parezca, en el México del siglo XXI, uno de los principales actores políticos –Andrés Manuel López Obrador--, es la mayor amenaza a la democracia mexicana. ¿Por qué? 
Porque todos los días nos regala muestras de que su futuro en el poder es el de un dictador. Dicho de otro modo; AMLO confirma todos los días que pretende imponer una dictadura en México y acabar con la democracia.  
¿Lo dudan? 
A estas alturas, está claro para el mundo entero que en Venezuela impera una dictadura, encabezada por el déspota Nicolás Maduro. Y todos saben que los primeros pasos de Chávez y Maduro para imponer su dictadura y para destruir la democracia fue, precisamente, la destrucción de la prensa y los medios independientes, al grado que hoy sólo existe una prensa oficial en Venezuela 
Pero además, hace días, Maduro decretó la expulsión de la cadena CNN de su país; la última voz independiente en Venezuela. De esa manera, el mundo entero entendió que no hay marcha atrás a la dictadura venezolana. 
En Estados Unidos, el sátrapa Trump inició una feroz guerra para tratar de callar a la prensa crítica de su gobierno --acusó a los periodistas de enemigos de los ciudadanos y de la libertad--, lo que provocó una feroz advertencia de los propios republicanos, que alertaron sobre el riesgo dictatorial de Trump. 
El senador y ex candidato presidencial republicano John McCain afirmó: “los dictadores empiezan reprimiendo a la prensa”, luego que Trump dijera que algunos medios son “el enemigo del pueblo”. 
Y McCain recomendó: “Si quieres preservar la democracia como la conocemos, tienes que tener una prensa libre y, muchas veces, adversaria. Y sin ella, me temo que perderíamos muchas de las libertades individuales con el tiempo. Así es como empiezan los dictadores”, insistió en entrevista con NBC. 
 Pero al gobierno de Trump le valió madre la crítica y días después –el pasado viernes--, la Casa Blanca utilizó las mismas tácticas que Hugo Chávez y Nicolás Maduro; impidió la entrada a CNN, The New York Times, Los Angeles Times, Daily Mail, Politico, New York Daily y Buzzfeed, a una conferencia de prensa de Sea Spicer, vocero del gobierno de Trump, mientras la prensa más conservadora, como Breitbart News, Fox, One America News, The Washington Times, ABC, CBS, NBC y Bloomberg sí estuvieron presentes en el evento. Es decir, Trump se comporta de manera idéntica a los déspotas dictadores bananeros de Venezuela y Cuba. 
En México, un candidato presidencial que realiza proselitismo de manera ilegal, Andrés Manuel López Obrador, intentó censurar a los medios de comunicación, a través de la eliminación parcial de la Ley sobre el Derecho de Réplica. Es decir, trató de cancelar la libertad de expresión. 
Pero ese fue sólo un intento. AMLO no da entrevistas, si no es a modo. Y cuando se ve obligado a responder a los periodistas en un evento callejero, los acusa de “ser periodistas maiceados”, como ocurrió recientemente en gira por Veracruz, cuando reporteros le cuestionaron la inmoral alianza de Morena con Javier Duarte. 
Pero tampoco ahí termina la historia. El 19 de febrero, el escritor y periodista, Martín Moreno, publicó en El Universal una severa crítica a las mentiras y engaños de AMLO, bajo el título “Por qué no votaré por López Obrador”, en la que prueba que Obrador sigue los pasos de dictadores como Castro, Chávez y Maduro. 
Furioso, Obrador respondió con insultos que dejaron ver su talan dictatorial al acusar al escritor como: “un mal escritor, dedicado a explotar el conservadurismo y la ignorancia de la sociedad”. Lo traicionó la posverdad. 
Todo esto ocurrió mientras Forbes México eliminó de su edición digital un artículo de Sergio Negrete, en donde el autor documentaba que la propuesta electoral de AMLO es un engaño. Curiosamente la censura se produjo cuando Forbes publicó una extensa y elogiosa entrevista a Alfonso Romo, uno de los financistas de AMLO. 
Y, por si lo olvidaron, en los previos a 2016 --y a través de su esbirro, Federico Arreola--, el señor Obrador pidió a dueños de los diarios en los que trabajaban algunos de sus críticos –como el autor del Itinerario Político--, que los despidieran. ¿La razón? Elemental; AMLO siempre ha sido un dictador bananero. ¿Así o más claro? 

Al tiempo.

jueves, 23 de febrero de 2017

El pleito López Obrador-Yunes


FRANCISCO GARFIAS
23 de Febrero de 2017

Andrés Manuel López Obrador y Miguel Ángel Yunes se enfrascaron ayer en una agresiva guerra verbal. Las bocas de ambos políticos se convirtieron en sendos cañones que disparaban encendidas acusaciones sobre corrupción.

No es común que a El Peje lo acusen de recibir dinero. Mucho menos que se diga que el fugado exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, “maiceó” a Morena con conocimiento de su líder.

Es lo que hizo Yunes. Afirmó, contundente, que Morena está implicado en los actos de corrupción de Javier Duarte. “Y López Obrador lo sabe”. Si tiene pruebas, ¿por qué no las presentó?

El tabasqueño siempre ha presumido como divisa su honestidad valiente. “Podrán decirme Peje, pero no lagarto”, repite por todos lados.

Ayer dijo que pone su cabeza y si le prueban que recibió dinero, renuncia a contender en el 18.

Andrés Manuel no tiene fama de vendido, ni de maiceado. Hay que destacarlo. Tampoco vive en el lujo.
Pero hay incógnitas que nunca ha podido despejar. ¿De qué vive? ¿Cómo le hace para viajar no sólo por todo el país,  sino a Estados Unidos e incluso a Europa? ¿Cómo paga la gasolina y los vehículos que utiliza en sus giras?

No hace mucho reconoció que cobra en dólares por las conferencias que da: tres mil 500 cada una. Anunció que le iba a subir a cinco mil dólares.

Su declaración fiscal revela que gana 50 mil pesos mensuales como presidente de Morena, pero su 3de3, que publicó en su página oficial, no reporta un peso de pago al fisco en tres años.

El caso de Yunes Linares es distinto. El gobernador de Veracruz ha vivido en la abundancia. Se ha visto envuelto en acusaciones de corrupción que, hay que subrayarlo, no han tenido consecuencias legales.
Le han filtrado comprometedoras llamadas telefónicas, compra de bienes en el extranjero, lo acusan de nepotismo y de otras cosas más.

Para ponerlo en palabras de El Peje:

“(Yunes) tiene un yate en Cancún, departamentos en Nueva York, la casa en Boca del Río no la tiene ni Obama y ahí están dándole atole con el dedo a la gente.

“Presumen que ya encontraron una casa, una bodega donde guardaba Javier Duarte lo que se robaba, que ya encontraron nuevas cuentas de cheques de los colaboradores...

“No ha castigado a nadie, todo es pura propaganda, no hay nadie en la cárcel de los que tuvieron que ver con el saqueo de Veracruz…”, puntualizó.

No tardó la respuesta de Miguel Ángel. La dio en un video que circuló en redes sociales. En sus partes más destacadas Yunes dice, textual:
“Cada día queda más claro que Andrés Manuel López Obrador padece un severo desequilibrio mental. Así lo indica su actitud autoritaria.

“Hace unos días le faltó al respeto a la Marina Armada de México. Ofendió a los marinos que todos los días luchan por la seguridad de los mexicanos. Que dan su vida.

“Hoy llegó al aeropuerto de Veracruz y ofendió a los periodistas. Les dijo que estaban maiceados. Ése es el López Obrador de a de veras. Es el López Obrador autoritario, desequilibrado, desquiciado. Pero también corrupto.

“Hoy se descubrió cómo es. Se enojó porque di a conocer la bodega donde Duarte guardaba información. Seguramente le preocupó que haya información que involucre a Morena en los hechos de corrupción de Duarte. Duarte les daba dinero, López Obrador, y tú lo sabes.

“No voy a permitir que este individuo desquiciado y bocón siga de manera impune ofendiendo, lastimando, sin que tenga respuesta.

“Si quieres, López Obrador, combatir la corrupción, no lo hagas frente a los micrófonos. Hazlo frente a las autoridades. Aporta pruebas, como lo he hecho yo…”.

Fue Andrés Manuel el que abrió fuego en el aeropuerto de Veracruz. Lanzó la primera ofensiva. El líder de Morena venía con la espada desenvainada. La emprendió con la prensa local que cuestionaba.
Los representantes de los medios de información “están muy apoyadores de Yunes Linares, y lo lamento mucho. ¿Saben lo que es lo de Yunes? Es una monarquía corrupta”.

“¿Cómo es posible que los cargos se entreguen a los hijos? Es una burla eso, es lamentable, y por qué los medios de comunicación no cuestionan esas decisiones. Veo que Yunes maicea bastante a los medios de comunicación, reparte maíz con gorgojo.

Recibimos el video de Andrés Manuel mientras hablábamos con un experimentado legislador del PRI. Le platicamos el pleito entre El Peje y Miguel Ángel. Fue motivo para que dijera en voz alta lo que pensaba sobre el descubrimiento de la bodega de Duarte. Antes de comunicarnos sus sospechas dejó claro que Javier Duarte es indefendible. Luego preguntó: “¿Te fijaste que todo estaba rechinando de limpio? Las sillas de ruedas, todo… si no fue un montaje, parece…
El jefe nacional del PAN, Ricardo Anaya, regresó ayer de Washington. Lo invitaron a dar una conferencia en la George Washington University sobre la relación México-Estados Unidos en la era Trump.
El Joven Maravilla se dirigió a un atento auditorio en inglés. Lo habla muy bien. Dato por dato les fue explicando la importancia estratégica que para la Unión Americana tiene México.

Con números demostró que “no es cierto” que el TLCAN sólo beneficie a México y que signifique pérdida de empleos para EU.

Apoyado en el artículo que media docena de embajadores de EU en México escribió en The Washington Post, recordó, por ejemplo, que desde que entró en vigor ese tratado, el valor del comercio entre ambos países se multiplicó por seis: alcanzó 584 mil millones de dólares en 2015.


“México es el segundo mercado más grande para las exportaciones de Estados Unidos”, puntualizó.

lunes, 20 de febrero de 2017

Por qué no votaré por López Obrador



No, no votaré por López Obrador porque intentaría gobernar con recetas extraídas del bote de la basura de la historia de las doctrinas económicas que han demostrado sobradamente su caducidad e ineficiencia. Su diagnóstico para superar el temerario nivel de atraso que padecemos está equivocado, porque el principal problema de México no es la corrupción, un cáncer que nos devora por los cuatro costados, sino el escandaloso fracaso educativo: somos un país de reprobados en ética, en ciencias, en lectura, en operaciones elementales aritméticas y en todo lo relativo al saber universal. Y, sin embargo, AMLO se alía con uno de los peores enemigos de México: la CNTE, una coordinadora magisterial reconocida como una feroz defensora de la ignorancia que incendia alcaldías, bloquea carreteras, paraliza ciudades, quema sucursales bancarias, rapa a los profesores, se opone a la superación académica, a la capacitación magisterial, a la evaluación de los maestros, insiste en la compra-venta de plazas y amenaza a las instituciones de la República a cambio de dinero. ¿Cómo votar por un político que traba alianzas en contra del futuro de nuestros hijos y, por ende, de México?
Pemex, antes la única empresa petrolera monopólica del mundo que se encuentra quebrada, ha sido, sálvese el que pueda, una cantera de bandidos. ¿Qué propone AMLO? Construir refinerías operadas por Pemex, muy a pesar de que el gobierno ha demostrado ser un pésimo empresario, si no olvidan las catastróficas empresas descentralizadas de Echeverría. AMLO insiste en el capitalismo de Estado, el burocrático, como que ignora el derrumbe de la Cortina de Hierro y la desaparición de la URSS. AMLO intimidó al Tribunal Electoral del DF, amenazó con marchas y ante la flagrante cobardía del gobierno, logró que, a pesar de no contar con el requisito de residencia mínimo de cinco años establecido por la ley, pudiera gobernar la Ciudad de México. AMLO no erradicó la corrupción de la policía capitalina, ni acabó con la corrupción en las delegaciones ni en la propia de la autoridad central. ¿Por qué sí habrá de erradicar la corrupción a nivel federal, cuando no ha convencido con un plan efectivo destinado a sanear al país? En México existen 24 millones de compatriotas que perciben ingresos inferiores a 5 mil pesos mensuales, ¿se superará su condición económica y la de 16 millones sepultados en la miseria extrema, atacando la corrupción? Ese no es el camino.
El fascismo niega la existencia del Estado de Derecho: AMLO mandó al diablo a las instituciones de la República. AMLO evitó su desafuero aun en contra de lo dispuesto por la ley. AMLO se negó a ejecutar cerca de 900 resoluciones judiciales durante su estancia en el gobierno de la Ciudad y se resistió a acatar, por la vía de los hechos, las sentencias emitidas por la Suprema Corte de Justicia. AMLO intimidó a la autoridad por medio de plantones. AMLO, como Castro y Chávez, ha creado un enemigo, como la “Mafia del Poder”, a la que ya prometió amnistiar de llegar a Los Pinos y, por el otro lado, ¡cuánta incongruencia!, promete acabar con la corrupción. ¿Cómo entenderlo? AMLO divide al país entre ricos y pobres y los enfrenta entre sí para lucrar políticamente con el revanchismo social. AMLO asestó un intento de golpe de Estado, cuando impidió que el Senado deliberara, libre y soberanamente, al rodear con la policía capitalina dicho recinto legislativo para impedir la votación de una ley que no le convenía. AMLO propone un sindicalismo populista de consecuencias imprevisibles desde que ha prometido volver a contratar a los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas, una cáfila de burócratas extorsionadores y corruptos, cuyo despido implicó una enorme sangría del erario. AMLO dicta e impone en Morena, en donde, como en el PRI, no existe la menor simiente democrática. ¿Ese es el futuro? AMLO se unge como abanderado de la “Honestidad Valiente”, a pesar de un Bejarano y sus ligas, y de otro funcionario de su gobierno que se jugaba los recursos públicos en Las Vegas. AMLO es enemigo de la transparencia, de la apertura informativa, desde que esconde el proyecto ejecutivo financiero de los segundos pisos en un fideicomiso a 12 años. AMLO nunca ha aclarado de qué ha vivido los últimos años ni de dónde ha sacado los recursos multimillonarios para viajar, organizar mítines, contratar miles de camiones para los acarreados y pagar cantidades incuantificables de viáticos. AMLO propone las marchas callejeras para asustar a los poderes soberanos de la Federación, mostrándoles un puño que implica el enfrentamiento con las masas y el terror al derramamiento de sangre. Quien se oponga a cualquier decisión suya tendrá que vérselas con las masas, a las que controla con instintos e impulsos apartados de la más elemental razón. AMLO empeñó su “palabra de honor” cuando prometió someterse al veredicto del IFE y al perder las elecciones, por toda respuesta, bloqueó el Paseo de la Reforma, con graves daños económicos para la ciudad. AMLO siempre impuso su voluntad por la vía de los hechos y no en términos institucionales, por ello tomó pozos petroleros, bloqueó caminos e inundó el Zócalo capitalino con barrenderos de Tabasco que fueron desalojados a través de acuerdos desaseados e inconfesables.
Gobernar es crear empleos, pero no burocráticos, sino productivos, derivados de la fuente de riqueza creada por empresas privadas mexicanas a las que AMLO invariablemente les declaró la guerra, hasta que en últimas fechas ha venido cambiando su posición de cara a las elecciones. ¿Cómo creerle? ¿Ya es otra persona, que si vuelve a perder en 2018, acatará la voluntad popular y entenderá el papel del sector privado? ¿Ahora ya no se va a retratar como “Presidente Legítimo” con la banda tricolor colocada al revés, la mano derecha levantada, en tanto juraba respetar la Constitución y las leyes que de ella emanan? ¿Qué es la Constitución para AMLO, que cuando la juró no la respetó? ¿Ya es un nuevo AMLO que no le diría a Fox: Cállate, Chachalaca? ¿Ya no es un peligro para México el mismo AMLO que le dio el banderazo de salida a vehículos (adquiridos quién sabe cómo), las “brigadas de reconexión”, que se encargaron de conectar la luz a quienes no la hubieran pagado colocando ilegalmente “diablitos” en Tabasco? ¿Quién lo sancionó al volver a atentar en contra del patrimonio público?
AMLO odia los debates presidenciales, las conferencias de prensa y las entrevistas para no exhibir su inseguridad ni su intolerancia. AMLO descalifica las encuestas si éstas no le favorecen. AMLO, quien nunca se pudo inspirar en Nietzsche, se llegó a proclamar “soy indestructible”, sin saber que Mussolini también proyectó siempre la imagen de un superhombre.
No, no votaré por López Obrador, un peligro de extracción chavista y trumpiana para México. Yo soy inocente, lo denuncié a tiempo.

@fmartinmoreno

Morena: el NO a todo


Rubén Cortés
 
Morena, que encabeza las encuestas para ganar la Jefatura de Gobierno, es también el partido opuesto a las obras para impulsar el desarrollo de la Ciudad de México: su resistencia más reciente es a la construcción del Papalote Museo del Niño, en Iztapalapa.
Sus legisladores intentan echar atrás la remodelación del paradero de Constitución de 1917, que incluye la obra para los niños de la delegación más pobre de la capital, con una inversión de 700 millones de pesos y un proyecto realizado por jóvenes arquitectos mexicanos.
¿Por qué está en contra? Su diputada Ana María Rodríguez lo explica: “Es otro intento de privatización de un espacio público. No queremos más plazas comerciales, ni hacen falta más hoteles, ni cines, por lo que nuestro partido manifiesta su más decidido y rotundo rechazo”.
Morena está en contra de que la empresa privada aporte 300 millones de pesos a la obra, razón por la que tiró, hace dos años, el proyecto del megaparque cultural que conectaría al Metro Chapultepec y a la Glorieta de Insurgentes, con inversión privada de mil millones de pesos.
En cambio, no se opone a la Aldea Digital, otro proyecto para Iztapalapa en el que también participa la empresa privada: un proyecto millonario a cargo de Telmex, Fundación Slim y América Móvil. En ese caso, Morena no habla de “privatización del espacio público”.
Es una idea de Carlos Slim (consuegro de Miguel Torruco, asesor de lujo de AMLO) para instalar una plaza con lo último en tecnologías, diversos temas vinculados con Internet y computadoras en terrenos de la CDMX.
¿No que son “intento de privatización de un espacio público”?, ¿“no que Morena no quiere más plazas comerciales, ni hacen falta más hoteles, ni cines”? Por cierto, la Aldea Digital es el único proyecto al que no se ha opuesto ese partido en la CDMX.
Aun cuando Morena esté en contra de una y en favor de otra, ambas obras serán esenciales para Iztapalapa: aumentará el nivel de vida de los vecinos y crearán plusvalía en la zona más desfavorecida de la CDMX, con un millón de personas en situación de pobreza.
Pero la prosperidad no es prioridad para Morena: ya tiró el proyecto del Corredor Chapultepec, que tendría un parque lineal en un segundo piso, un sistema de transporte confinado por los carriles centrales, un estacionamiento subterráneo de 36 mil 700 metros cuadrados…
También se opone al túnel de dos niveles en Río Mixcoac y al nuevo aeropuerto, que generará 160 mil empleos y moverá 120 millones de pasajeros, incluirá una universidad de aeronáutica y aviación, condominios, hospitales, escuelas, centros deportivos y comercios.
Ése es el partido que encabeza las encuestas en la CDMX.
El del NO a todo.
Twitter: @ruben_cortes

viernes, 17 de febrero de 2017

Beneficiaros de Trump

Guillermo Velasco Barrera 
03 Feb. 2017

El discurso y acciones de Donald Trump han fijado la agenda de diferentes actores políticos que compiten en la carrera presidencial del 2018. Frente al enemigo número uno de México, muchos políticos mexicanos pretenden envolverse en la bandera del patriotismo para hacer frente al "exterminio" yanqui.

López Obrador es quien mejor ha capitalizado hasta ahora la incertidumbre que provoca la era Trump, y la indignación generaliza del pueblo de México hacia las políticas que ha definido el gobierno de nuestro vecino del norte. Con un mensaje populista se opone al populismo "trumpista", y con un discurso nacionalista y patriotero cuestiona el nacionalismo del nuevo gobierno republicano por llevarse entre las patas a muchos compatriotas.

AMLO, al calor de su discurso de la defensa de la soberanía del país, ha equiparado la ofensiva de Estados Unidos contra México a la anexión de Texas al territorio estadounidense. Con éste y otros disparates se ha buscado posicionar como el "salvador de México". En breve iniciará una gira por los Estados Unidos para encontrarse con diversas comunidades de migrantes, lo que además de ampliar su mercado de votos, lo mantendrá en el centro de la agenda política-mediática.

El gobierno federal ha pretendido igualmente sacar raja de esta coyuntura. El tuit de Peña Nieto en el que anunció que había notificado a la Casa Blanca que cancelaba su viaje a Estados Unidos generó una reacción positiva hacia el Presidente, que si bien no tenía más alternativa que cancelar dicho encuentro, mostró por primer vez una postura digna, que era la esperada por millones de mexicanos.

Tras dicho anuncio Peña Nieto se envolvió también en el discurso fácil de la unidad de todos los mexicanos para la defensa de la patria, aprovechando una generalizada visión apocalíptica de nuestro futuro, combinada con una nacionalismo exacerbado que bien podría resumirse en un sonoro ¡Viva México, cabrones!

El gobierno ha buscado capitalizar, o quizá incluso ha impulsado la utilización de la bandera como identificador de los usuarios en redes sociales, y se ha montado en la ola de la privilegiar la compra de productos mexicanos con el relanzamiento del sello "Hecho en México" y el exhorto a la defensa de la soberanía.

Es desde luego positivo alentar el consumo de lo hecho en México y muy respetable utilizar los colores patrios para mostrar que cerramos filas por nuestro país, pero se corre el riesgo de quedarnos en el mero plano de la propaganda emocional, cuyo efecto es ciertamente intenso, pero breve.

En el gobierno federal se tomó incluso la decisión de frenar temporalmente el nuevo "gasolinazo" previsto para febrero, pues más allá de una valoración económica del impacto que representaría no respetar la liberalización del precio del combustible, que era la ruta trazada, se buscó ampliar el "respiro" del que por el momento goza el Presidente, pues a pesar de que los grandes males que vive este país, como la corrupción y la inseguridad son consecuencia sobre todo de la clase política que nos ha gobernado desde hace años, el tener una "amenaza" que viene de fuera puede convertirse en un anestésico para olvidar los graves problemas internos que tenemos.

En todo caso parece muy difícil que el "buen momento" del Presidente se prolongue por mucho tiempo, y que en la recta final de su gobierno incremente su popularidad. Por ello no sería difícil que para cerrarle el paso a AMLO, Peña haya cerrado un pacto con el presidente del PAN, para allanarle a este partido su arribo a la presidencia a cambio de impunidad y protección futura.

López Obrador ya denunció este supuesto pacto, que de existir validaría su discurso del PRIAN y la mafia del poder. Pero por lo pronto la prioridad para todos los actores políticos mexicanos es Trump, villano que para algunos ha resultado altamente rentable.


@gvelascob 

El gobierno se duerme ante AMLO



PABLO HIRIART
16.02.2017 
 Resulta sorprendente que haya una cargada empresarial y mediática hacia López Obrador y en el gobierno se crucen de brazos.
De ninguna manera se pretende que haya acciones extralegales para frenarlo, pero por lo menos deberían tener la habilidad política para recordarle a los 'neoobradoristas' de qué personaje se trata.
La apatía del gobierno federal para desmontar las mentiras de López Obrador lo hace un candidato ganador.
El gobierno del PRI parece resignado a entregar la plaza sin dar la batalla.
No es problema que pierda ese partido, sino a quién le van a entregar el poder.
López Obrador puede pasearse por todo México repitiendo mentira tras mentira y nadie del gobierno le dice nada.
No tiene contrapesos en los medios de comunicación, que destacan de manera acrítica sus ocurrencias y no muestran sus contradicciones.
Lo ven como el ungido. El inevitable. Y “el interés tiene pies”, como se dijo en La Mesa de López-Dóriga, René Casados, Roy Campos y don Pepe Fonseca.
Por eso es de valorarse que el secretario de Gobernación haya llamado “oportunista” a López Obrador en Puebla, al desmentir el invento de AMLO (él siempre tiene 'otra información') de que en el enfrentamiento en Tepic, donde cayó el líder del cártel de los Beltrán Leyva, hubo una masacre de menores de edad perpetrada por la Marina.
A ver si no se molestan en el gabinete con Osorio Chong por contestarle a AMLO, pues los celos y la vieja práctica de 'nadie se mueva' los tiene a todos paralizados.
Y de cualquier manera una declaración no es suficiente. Tienen que hacer ver sus mentiras todos los días.
Hay que recordar, en público y en privado, la contradicción entre lo que promete y lo que hizo como Jefe de Gobierno del DF.
AMLO necesita marcaje personal.
Claro, eso hay que hacer si es que lo quieren frenar, o por lo menos despintarle la máscara de recién llegado a la política con que se presenta.
No parece ser esa la intención.
Con la idea de que en tres meses de campaña lo van a bajar de las preferencias, en realidad le están poniendo la alfombra roja para que llegue a Palacio Nacional.
Y es importante bajarlo (a través de los métodos democráticos) porque va a echar atrás los pasos dados en muchos años, que son el único camino para mejorar el país.
Desde 1988 hasta la fecha han mejorado todos los indicadores sociales. Todos.
A pesar de los fuertes errores internos que nos han hecho caer en hoyos profundos, y de las crisis internacionales, el país ha avanzado.
López Obrador nos va a llevar al pasado económico y político. En eso no miente. Ahí están sus referencias al modelo previo a 1982, como el adecuado. Un país cerrado, con libertad política acotada, hegemonía asfixiante del Estado, acoso al sector privado y pensamiento casi único.
¿No es para tanto? Les sugiero leer la Rayuela del lunes de La Jornada (diario que expresa el pensamiento de AMLO), en la que se propone pedir visa a los estadounidenses que nos visiten.
Ante ese peligro, no moverse es entregar la plaza sin luchar.
Y decir 'la plaza' es decir un México abierto en lo económico y en lo político, defensor de la pluralidad y de la diversidad cultural, de la libre empresa y de una mejor educación.
¿Falta mucho por hacer en combate a la corrupción, distribución de las oportunidades y menor desigualdad?
Sí, por supuesto. Pero eso no se puede hacer con un regreso al pasado, cuando era peor.


Twitter: @PabloHiriart

Los empresarios que van con AMLO

Pablo Hiriart
15.02.2017

Algunos empresarios con clara vocación por la libre empresa y el respeto a las libertades individuales, comienzan a ver con simpatía a López Obrador para ser el próximo Presidente de México. Es preocupante, por contradictorio y por erróneo. ¿Le han preguntado qué va a hacer en seguridad? Dar becas, muy bien. ¿Y qué hará ante las bandas que tienen armamento de alto poder y enfrentan a nuestras Fuerzas Armadas porque su negocio es bastante más rentable que una beca de Prospera? La semana pasada AMLO acusó a la Marina de masacrar a menores de edad en Nayarit –lo que fue desmentido–, luego de que los marinos respondieron por aire a miembros de grupos criminales que le disparaban desde una azotea a personal suyo en tierra. A las bandas criminales, ¿las va a combatir con fuerza, o se va a poner de su lado como en Tepic? ¿Un presidente del lado del H­2 y no de las Fuerzas Armadas? El empresario que lo entienda, que lo explique. Algunos de ellos están embelesados con López Obrador porque les dice lo que quieren oír. Pero AMLO cambia de piel según la ocasión, aunque en esencia es el mismo de siempre. La noche en que ganó Donald Trump, López Obrador emitió un mensaje en redes sociales en que afirmaba que no había de qué preocuparse. Y este fin de semana en Los Ángeles comparó a Trump con Hitler. Entonces, ¿hay o no hay de qué preocuparse? Puro oportunismo. Lo mismo hace con los empresarios. Algunas de sus promesas de campaña cuestan un billón 20 mil 400 millones de pesos. ¿De dónde van a salir esos recursos? Dice él que del combate a la corrupción. ¿No nos acordamos de su gobierno en el Distrito Federal? Puso al DF como la entidad más corrupta del país. Del combate a la corrupción no obtuvo un solo peso para financiar obras. ¿Por qué lo va a hacer ahora? Endeudó a la capital como ninguna entidad, y esa deuda tuvo que ser renegociada por la administración de Ebrard, que contrató a un equipo asesor, al que AMLO siempre ha llamado “la mafia del poder”. La delincuencia se disparó como nunca en el Distrito Federal, con la Policía Judicial coludida con asaltantes, narcos y secuestradores. ¿Qué Estado de derecho viene a ofrecer ahora? Promete respetar la autonomía del Banco de México. Cambió de opinión porque le conviene. Siempre había criticado al Banxico. Lo ha escrito: el país iba bien hasta 1982. ¿Esos empresarios ya no se acuerdan de Chipinque? ¿De las expropiaciones? México ha cambiado desde entonces, AMLO no sabemos. Los grupos radicales que lo apoyan van a cobrar sus cuotas. ¿Qué le va a dar a la CNTE? Ya lo dijo, le devolverá el control de la educación. Los que despojan de mercancías a transportes de compañías trasnacionales, con AMLO presidente se van a querer quedar con las empresas. No se van a conformar con los Gansitos. ¿Los va a frenar o los va a 'comprender'? Si algunos empresarios piensan que AMLO cambió, que desde la presidencia va a acatar lo que diga el Banco de México, el Congreso y el Poder Judicial, están equivocados. No acepta ninguna derrota. La democracia se ejercerá a mano alzada, en el Zócalo. O en encuestas telefónicas hechas por él.

AMLO: Delincuencia sí, Marina no

Juan Ignacio Zavala

      El pasado miércoles comentaba en este espacio que AMLO nunca se iba a “normalizar”. Por supuesto que atraviesa un momentum mediático favorable, la inclusión de lo que Jorge Zepeda Patterson llamó en un artículo La cofradía de los suegros
(en referencia al suegro de Emilio Azcárraga y al suegro de Carlos Slim Jr.), ha dado mucho de qué hablar sobre la manera en que lo ven algunos empresarios (sobre todo los “ya mayorcitos”, como dice mi tía Güicha ). También abona aquí Esteban Moctezuma, alto funcionario de TV Azteca. Sin duda ha sido un paso para quien vive y, después de cuatro años, la fase final de su campaña. Aunque insisto: a Andrés Manuel, más que tener gente nueva, le interesa ocultar a la que realmente viene acompañándola desde hace tiempo: gente políticamente violenta e impresentable. A la inclusión de estas personas, los medios les han dado un trato más que favorable, no hay críticas más que aisladas. Hay un súbito pejismo en los medios. Furibundos antipejistas de hace unos meses, hoy aquilatan las bondades de la moderación del fanático de Macuspana y lo tratan con culpa obsequiosa. De pena.  Poco tardó en mostrar la cara de siempre. Ante el operativo de la Marina en Tepic, no dudó en calificarlo de “masacre”. Sin información cierta, prefirió defender delincuentes que a soldados mexicanos que arriesgan la vida en el combate a la delincuencia organizada. Por supuesto que se debe pedir una investigación puntual sobre el operativo, pero resulta sorprendente que un candidato a la Presidencia la emprenda contra una institución seria y profesional (por supuesto, no exenta de excesos en el ejercicio de sus funciones, pero que trabaja en eliminarlos). AMLO habla de que la Marina “masacró”. Se ve que es hombre de vocabulario básico. No sólo eso. Dijo que la Marina había “ametrallado” menores de edad. Después corrigió y dijo que se trataba de “menores de 30 años”. Es probable que se le complique entender que el concepto menor de edad no es la persona que tiene menos años que él. Muy dado al lenguaje religioso –él, que se siente la encarnación de Juárez– dijo que “ni a los demonios se les combate así”. A saber cuáles lo habitan y cómo los combate. No hay que olvidar que mientras gobernó al DF, dos policías fueron, esos sí, masacrados por una multitud y él no hizo nada. En otro linchamiento comentó que se trataba de “usos y costumbres”.  Andrés Manuel quiere ser Presidente de México. Entre otras de las cosas a las que aspira con ese cargo es a ser el comandante de las Fuerzas Armadas, a quienes trata todo el tiempo como asesinos. Dice que realizan “una masacre por mes”. Luego se queja de que lo comparen con Trump, que la emprendió contra los cuerpos de inteligencia de su país y ahora paga las consecuencias.   En otro de sus increíbles disparates dijo en una entrevista que sembrando árboles iba a generar un millón de empleos. Son ocurrencias de un señor que lleva más de diez años, diciendo una tras otra. Hace tiempo hablaba de un tren bala que atravesaba al país. Pronto nos hablará de mandar una nave a Marte, cuyo nombre será Mártires de Macuspana.   La cantidad de babosadas que dice a la semana es asombrosa. Pero hay cosas que preocupan sobremanera, como su nueva máxima: Delincuencia sí, Marina no.

Donald y Andrés

Por Sergio Aguirre. Informador.
Con mucha preocupación al día de hoy lo doy como un hecho. López Obrador ganará las elecciones presidenciales de 2018. El odio al gobierno evidenciado por gran parte de los asistentes a las marchas de la semana pasada en principio contra Trump así lo indican. No importará si al igual que Trump miente un día y el otro también, simule ser lo que no es, se invente categorías idiotas como “la mafia en el poder” para clasificar ahí a sus detractores, los otros sean los malos y ellos los buenos, gaste dinero a raudales de forma sospechosa, se alíe con narcotraficantes como ya lo ha hecho desde antes, viole todo tipo de normas electorales (el Instituto Electoral siempre le ha tenido pánico), tenga un pasado pésimo como gobernante —ahí está la demencial y transota locura vehicular de los segundos pisos—, de corrupción evidente y de escándalo, insulte a sus críticos, compre lealtades en efectivo, no respete resultado adverso alguno, dañe a la CDMX con sus berrinches de niño mimado, proponga tonterías peligrosas y saltapatras, reviente a la mitad el nuevo aeropuerto y las reformas por fin logradas y demás chuladas del nefasto personaje. Peña con todo y la casa blanca y demás es un niño de pecho en comparación de las dagas del peje y lo peor está por venir (solo nos salvará un milagro).
El país está convenientemente dividido. Su discurso polarizante ya ganó y no creo se pueda revertir en tan poco tiempo. Es un hecho: la mayoría de los mexicanos odia más a Peña que a Trump. Todo mundo se queja de todo, menos del odio que traemos encima, el nuestro y el gringo. Así fue cuando perdimos la mitad del territorio y está pasando ahora. Lo importante es tomar el poder a como dé lugar. Si el país se hunde por las amenazas del loquito del Norte y del nuestro próximo, que se hunda. El poder por el poder y para robar.
Es tiempo de populismos y nacionalismos destructivos. Y ya nos toca con unas consecuencias inimaginables y terribles. No nos importa —o nuestro odio no nos lo permite— ver naciones arruinadas por tipejos como López, que con el tiempo mostraron su verdadero carácter: de ladrones profesionales. Véase nomás lo ocurrido en Venezuela, Brasil, Argentina, Bolivia y Ecuador… y lo próximo a ocurrir en los EU. Y el brexit, y los candidatos de ultraderecha a ganar en varios países europeos. Estamos ante una especie de autodestrucción política colectiva mundial.
El odio seguirá inexorablemente al que lo sabe usar y AMLO lo destila. López es el experto odiador número uno en México y de que lo sabe canalizar, lo sabe. Y México, a pesar de ser comparativamente superior de todos los países del mundo excepto por unos 14 de 194 se irá hacia un proceso que nos regresará a los tiempos de Echeverría y López Portillo. Del 15 nos iremos fácilmente hasta el 50 si no es que más. El voto con el estómago es el más simple. No requiere de mayor reflexión. López y Trump. Odiadores, demagogos y destructivos. La que nos toca. México contra México y EU contra México. Viva el infierno