FALACIAS DEL PODER / Jesús Ibarra en MURAL
25 May. 2020
En pleno auge de los regímenes autoritarios del siglo XX, en 1945 Karl Popper publicó una de las obras más significativas de la filosofía política La sociedad abierta y sus enemigos. Si el filosofó austriaco aún viviera y lo hiciera en México, estaría, por decir lo menos, sorprendido ante el giro orwelliano de nuestra democracia. En el último episodio, nos encontramos que Notimex, la agencia de noticias del Estado mexicano, no del gobierno en turno, amenaza la libertad de expresión y gesta esquemas de polución informativa.
Los atentados al debate público han sido copiosos, este último ocurrió luego de la difusión de una investigación conjunta elaborada por Signa Lab del ITESO, la organización Artículo 19 y Aristegui Noticias. El trabajo documenta una campaña automatizada de "bots", en la red social Twitter, contra siete periodistas críticos de la administración del presidente López Obrador. La investigación muestra una operación coordinada desde la dirección de Notimex que, pese a negar los hechos, no ha logrado desvirtuar la sólida metodología de Signa Lab y sus resultados.
La libertad de expresión es condición estructural del funcionamiento de una democracia. Como dice el filósofo del derecho español Francisco Laporta "no es una más de las libertades civiles, sino la libertad política por excelencia". Nada más y nada menos, sirve para que la ciudadanía tome el control de su destino y no dependa de agendas e intereses privados. "La verdad política ya no es algo que pueda ser impuesto o dictado desde el poder, sino algo que sólo puede ser descubierto y aceptado por la razón", aquí se encuentra el valor de la crítica libre e informada.
Por su parte, la función que cumple la información es proveer de materia prima a la discusión racional de una sociedad que se hace cargo de sí misma. A través del derecho a informar y a ser informados nos proveemos de los datos necesarios para participar en libertad e igualdad en las decisiones políticas básicas, para lo cual el flujo de la información y su veracidad son condiciones ineludibles. Intervenir el flujo informativo, distorsionarlo o amenazar la libertad de expresión son claras manifestaciones de regímenes autoritarios. La organización Reporteros Sin Fronteras sitúa a México en el sitio 144 de 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2019. La indignante cifra de periodistas asesinados y la descalificación al trabajo informativo desde el poder nos posicionan así en el ranking mundial.
El futuro inmediato no es halagador, al mismo tiempo que se estrecha y enrarece el debate público, se debilitan los mecanismos de rendición de cuentas y se sustraen de la mirada pública las decisiones de interés común. La consecuencia ha sido la descomposición acelerada de la deliberación política; cada vez con mayor frecuencia se imponen el secreto, la verdad revelada y la ausencia de critica libre, enemigos corrosivos de una sociedad informada. Afortunadamente la autocensura todavía no es la regla; periodistas de prestigio, académicos u organizaciones como la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi), han señalado el manejo informativo de Notimex como faccioso, partidista y progubernamental.
Es inaceptable que luego de aparecer la investigación de los ataques a periodistas críticos, Carmen Aristegui y Rossana Reguillo se encuentren bajo ataque severo en redes sociales. Una manifestación evidente del retroceso hacia el principal peligro que señalaba Popper: una sociedad cerrada celosa de su mayor expresión, la tribu. En estas condiciones, es imperativa una investigación exhaustiva por parte del Órgano Interno de Control de Notimex.
Si no denunciamos hoy, vendrán por nosotros mañana.
@jesusibarra0
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