jueves, 6 de febrero de 2020

Socialismo destruye'

Manuel J. Jáuregui en MURAL 06 Feb. 2020


La frase entrecomillada que da título a este artículo la pronunció el Presidente norteamericano, Donald Trump, el martes durante su tercer Informe a la Nación. Sus palabras exactas son las siguientes:

"Estamos apoyando la esperanza de cubanos, nicaragüenses y venezolanos para restablecer la democracia. Estados Unidos está encabezando una coalición de 59 naciones en contra del dictador socialista de Venezuela, Nicolás Maduro. Maduro es un líder ilegítimo, un tirano que abusa de su gente. Pero su tiranía será aplastada y quebrada.

"Aquí esta noche se encuentra un hombre muy valiente, que carga con él las esperanzas, sueños y anhelos de todos los venezolanos. Acompañándonos hoy en la audiencia se encuentra el verdadero y LEGÍTIMO PRESIDENTE (énfasis nuestro) de Venezuela, Juan Guaidó.

"Señor Presidente (dirigiéndose a Guaidó), muchas gracias, es un gran honor. Por favor, lleve con usted este mensaje: que todo el pueblo americano está unido con el pueblo de Venezuela en su legítima lucha por la libertad. Muchas gracias, señor Presidente.

"El SOCIALISMO DESTRUYE NACIONES (énfasis nuestro), pero recordemos siempre que LA LIBERTAD UNIFICA EL ALMA".

Creemos que ustedes, amables lectores, coincidirán con nosotros en que el mensaje es bastante claro, y en gran medida sorprendente, considerando el contexto, i.e.: que el Presidente norteamericano haya tomado una posición de diplomacia exterior tan clara y SÓLIDA en un Informe ante el Congreso sobre el Estado de la Unión. Mas no es ésta la razón principal por la que nos tomamos la libertad de comentarles hoy este inusual pronunciamiento. Sino para recordarles que la posición diplomática oficial de México ha sido precisamente la contraria: de un apoyo incondicional a Maduro, y a otros socialistas como Evo Morales y los hermanos Castro.

Dada la dureza y claridad de la posición fijada por el Presidente Trump les debe ser evidente, lectores, como a su servidor, que en este tema México se encuentra en una posición totalmente contraria a la diplomacia exterior norteamericana hacia América Latina. Y no sólo en contra de Estados Unidos, sino también de los otros 58 países que forman la COALICIÓN antisocialismo, antitiranismo y anti-Maduro que encabeza Estados Unidos.

Usualmente en temas de esta naturaleza, y con la promesa pública y solemne del Presidente norteamericano de APLASTAR la tiranía de Venezuela, dudamos mucho que el Gobierno simpatizante con la izquierda de la 4T pueda seguir apoyando, ni abierta ni encubiertamente, al dictador venezolano Maduro.

En numerosas ocasiones el Presidente López O. ha dicho que él "no se va a pelear con Estados Unidos". Lo cual es -de facto- una posición de prudencia que intenta salvaguardar los legítimos intereses de México ante posibles represalias comerciales tomadas de manera unilateral por el Presidente Trump, tal y como ha amenazado con hacer en varias ocasiones.

Ahora, que quede claro, hablamos de la "realpolitik", no de lo que debería ser, sino de lo que en los hechos es. No defendemos ni justificamos al Presidente Trump, hablamos de lo que ha quedado a la vista de todos: una cruda realidad. A menos que cambiemos a México de continente, mientras seamos vecinos y socios comerciales, efectivamente al Gobierno mexicano le asiste la razón práctica de que no es conveniente "pelear con Estados Unidos".

Igualmente, y de pasada, sería útil dedicar un buen rato a analizar las ramificaciones de las aseveraciones que en líneas arriba plasmamos emanadas de la boca del Presidente Trump. Por ejemplo, si no está dispuesto Estados Unidos a tolerar el socialismo en Cuba, Nicaragua (Daniel Ortega) y Venezuela, ¿ustedes creen, amigos lectores, que estaría dispuesto a tolerarlo EN MÉXICO?

Aclaramos -porque así es como amanece-: no estamos justificando ni hablando de una intervención norteamericana, NADA DE ESO, sino de la simple convivencia económica, comercial, financiera y humana entre dos naciones que comparten población, lazos familiares e intereses comunes como Estados Unidos y México.

Ni ustedes, amigos lectores, ni su servidor le tenemos que pensar mucho. Quizá los que deban evaluar sus opciones reales -y enmendar sus ideas radicales- son los comejenes de la 4T que sueñan con hacer de México una Cuba o una Venezuela.

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