viernes, 24 de noviembre de 2017

¿No que no…? ¡El dictador AMLO!

México
Es posible que recuerden que los legisladores de Morena fueron los más críticos de que el titular de la PGR se convirtiera, de manera automática, en el fiscal general.
A eso le llamaron “fiscal carnal” y fue motivo de una madriza gratuita al gobierno federal y al propio Peña Nieto.
Posiblemente recuerdan que una de las críticas más recurrentes a Morena y a López Obrador es que —por la vía democrática— pretende destruir no solo las instituciones, sino la democracia misma.
Todo ello a pesar de que la claque de AMLO muestra, hasta el cansancio, su adoración a Nicolás Maduro y a las dictaduras venezolana y cubana.
Pues resulta que el propio López Obrador se encargó de confirmar que en su hipotético gobierno promoverá “un fiscal carnal” y que por la vía de la represión a enemigos y adversarios propone instaurar una dictadura al mejor estilo venezolano.
¿Lo dudan?
En su “Proyecto de Nación 2018-2024”, el dueño de Morena, Andrés Manuel López Obrador, propone reformar el artículo 102 de la Constitución —modificado apenas en 2014— para que el presidente de la República nombre de manera unilateral a un fiscal “que se encargue de la específica atribución de investigar y perseguir aquellos delitos que quebranten la seguridad pública”.
El documento dice textual: “El presidente tendría el mando directo sobre un Ministerio Público con facultades plenas de investigación y ejercicio de acción penal, y concentraríamos en una sola oficina todas las áreas”.
¿No es eso lo que dizque pretendía Peña?
Además, Obrador prevé un “plan B” ante la dificultad para reformar la Constitución, “por las condiciones políticas de México en 2018” y ante la posibilidad de que el Congreso “no tenga mayoría clara en un solo partido político”.
El “plan B” consiste en “crear un Bloque Nacional de Seguridad, por llamarlo de alguna forma”, que, dice expresamente, dependa del Presidente de la República “y que tenga como único objetivo regresar la paz pública a nuestro país”.
Como parte del plan AMLO, el Presidente “deberá hacer un llamado a un gran pacto nacional” en el que el fiscal general designado por el Senado comisione de manera temporal al subprocurador de delincuencia organizada a fin de que “rinda cuentas y tome las acciones que el Presidente de la República le ordene”. Es decir, quiere su fiscal personal.
En pocas palabras, López Obrador propone —en su Proyecto de Nación— no solo violentar la Constitución, sino saltarse al Congreso mediante “un pacto político” para que el Presidente pueda nombrar un fiscal a modo y tomar en sus manos el control de la procuración de justicia y de la seguridad pública.
Es decir, cuando “Obrador sea presidente” iniciará una persecución de adversarios y enemigos políticos, ya que la fiscalía estará bajo su mando directo y unipersonal. ¿Y de ese fiscal carnal nada dicen los aplaudidores de AMLO?
Lo curioso es que se trata de una copia de lo mismo que hicieron los Castro en Cuba; Chávez Maduro en Venezuela, entre otros sátrapas.
Por eso preguntamos. ¿Dónde quedó la gritería de los legisladores de Morena y su condena a un inexistente “fiscal carnal” de Peña Nieto? ¿Por qué no dicen nada del intento de golpe de Estado que propone AMLO en su Proyecto de Nación?
¿Por qué nada dicen los lopistas respecto al intento de AMLO de reproducir persecuciones políticas de dictaduras bananeras? ¿Por qué callan sobre la violación constitucional propuesta por AMLO en su Proyecto de Nación? 
Actualmente, el artículo 102 constitucional señala que el fiscal general de la Nación será designado conforme a una lista de aspirantes propuesta por el Senado y enviada al Ejecutivo. A su vez, el Ejecutivo enviará de vuelta al Senado una tercia de la que será elegido el fiscal general.
AMLO pretende borrar esta disposición o bien, como él mismo dice, si no puede reformar la Constitución por la adversa composición del Congreso —en el cual su partido no tendría mayoría—, crearía de facto un bloque de seguridad controlado y centralizado en sus manos.
En el Proyecto de Nación, AMLO no deja nada entre líneas y menos a la imaginación. Está claro que aspira a su propio “fiscal pelele” nombrado por él o bien propone hacer a un lado al Congreso y a la Constitución para asumir el control del Ministerio Público y la fuerza pública.
Durante su discurso del pasado domingo, Obrador aseguró que no copiará el modelo venezolano pero, en los hechos, propuso crear un régimen político policiaco, idéntico al de Nicolás Maduro.
En dictaduras como la cubana, la venezolana y, en general en los gobiernos autoritarios, el Congreso es un estorbo. Por eso AMLO propone ingorar al Congreso y aspira a su propio fiscal.
La confesión de un futuro dictador.
Al tiempo.

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