miércoles, 18 de noviembre de 2015

“Por los 43 que indaguen al Comité Estudiantil”


Exdirector de la escuela de normal rural dijo que PGR debe citar a comparecer a dirigentes de ese grupo; políticos y promotores de lucha armada, detrás de padres
 
El autor del libro de Ayotzinapa y yo, Jaime Solís Robledo, señala que es posible que los tentáculos del narcotráfico hayan permeado a la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos. Dice que la investigación de la Procuraduría General de la República debe ir al fondo y debe llamar a comparecer a los jóvenes que actualmente integran el Comité Estudiantil de ese plantel.
Más aún, se pronuncia contra las declaraciones del actual director de la normal, José Luis Hernández, quien asegura que los cárteles de la droga no tienen ningún vínculo con Ayotzinapa.
“Con todo respeto para el maestro José Luis, no simpatizo y no comulgo con su postura, pues en qué se basa su aseveración. Se adelantó a un dictamen. (El narcotráfico) ha penetrado al Ejército, a la policía, a la Iglesia, al deporte, el ámbito artístico. Entonces, no es de extrañarse que alguien por ahí se haya mareado a los estudiantes”, dijo en entrevista con La Razón.
¿Siente temor por lo que reveló en el libro? Lo digo con toda franqueza, no tengo miedo por los muchachos, ni de los que dirigen el Comité Estudiantil de la escuela. De las que debo y tengo que cuidarme es de la gente que se mete y está detrás de los jóvenes. Esa es la gente peligrosa.
Detrás de ellos confluyen muchos intereses, hay personas que promueven la lucha armada e intereses de militantes o dirigentes de partidos políticos. No puedo decir que está “fulano” o “zutano”, pero sí hay mucha gente detrás de los estudiantes y de los padres de los 43 normalistas desaparecidos.
¿Cuántos jóvenes integran el Comité Estudiantil de la escuela? Nadie lo sabe. Es un grupo muy cerrado, cuyos integrantes, incluso, utilizan nombres falsos. El 12 de diciembre de 2011, los muchachos se iban a reunir en la escuela con dos dirigentes sociales de Guerrero, Nicolás Chávez Adame y Pablo Sandoval. Cuando estas personas llegaron al plantel, los muchachos salieron y les dijeron que ya no habría reunión, porque habían tenido un cambio de actividades e irían a bloquear una autopista.
Este bloqueo derivó en tres muertos: dos estudiantes y el trabajador de una gasolinera. ¿Quién los hizo cambiar de los planes que tenían? Por eso insisto en que este grupo de estudiantes debe investigarse.
¿Quién cree que realmente esté detrás de los padres moviendo los hilos? Yo no podría, sucede que son diferentes intereses que no están metidos ahí, tanto de un lado como del otro; como puede haber células de lucha guerrillera como de maleantes.
¿Qué opina de que los padres de los 43 jóvenes desaparecidos confíen más en peritos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y no en las investigaciones que está realizando la PGR? La investigación se ha politizado demasiado. Y así sea el Papa el que la realice si no está involucrado el gobierno, los padres de los 43 no la van a aceptar. No soy priista, pero no acepto como ciudadano que se esté debilitando a las instituciones de mi país y que se esté poniendo en evidencia ante el mundo que los mexicanos no podemos resolver nuestros problemas.
Ahora están pegados a la comisión independiente de peritos, porque los sorprendieron y les dieron la información de primera mano. Ellos se las plantearon a su manera entonces, los padres están ahí influenciados.
Luego está lo que han estado pagando de peritajes, un millón de dólares mensuales. La verdad, el país no necesita que extranjeros vengan a realizar investigaciones de ese tipo.

En su libro Ayotzinapa y yo narra que el Comité Estudiantil manda en la normal Raúl Isidro Burgos y al alumno que no obedezca lo acosa y agrede.


No hay comentarios:

Publicar un comentario