viernes, 9 de septiembre de 2016

Ignorancia, mentira e incongruencia

Guillermo Velasco Barrera
09 Sep. 2016


Los argumentos que han utilizado quienes se rasgan las vestiduras por las marchas a la que ha convocado el Frente Nacional por la Familia en más de un centenar de ciudades del país, sobrepasan en verdad todos los límites de la ignorancia y la intolerancia.

Diversos colectivos que dicen impulsar la diversidad, y el PRD que se ufana de luchar por los derechos y las libertades, han pretendido por todos los medios desacreditar las referidas marchas, con el argumento de que éstas atentan contra los derechos de la comunidad gay y quebrantan el Estado laico, dado que diversos credos religiosos en México han manifestado su apoyo a las movilizaciones a favor de la familia.

Los "defensores" de la tolerancia y la igualdad han pretendido engañar a la sociedad y confundirla, buscando inhibir la participación en las marchas del próximo fin de semana. Por un lado sostienen que la familia ha cambiado, que hoy existen mamás que sostienen a sus familias porque los papás tuvieron que migrar a otros países, que hay niños que se crían con un tío o con los abuelos, y que hay madres solteras que sacan adelante a sus hijos.

Tras ese razonamiento, sostienen, faltando a la verdad, que los promotores de la marcha afirman que quienes viven esas realidades no se pueden considerar familia. También argumentan que hay millones de niños que viven solos y sumidos en la miseria, situación que podrían cambiar si se permitiera que las parejas homosexuales los adoptaran, y que la pobreza se terminaría si en lugar de gastar dinero en estas marchas, éste se destinara a apoyar a comunidades marginadas.

Sostienen, igualmente, que estas marchas incitan al odio contra la comunidad homosexual, y que consecuencia de las mismas han tenido lugar asesinatos de personas de esta comunidad. Desde luego no aportan ninguna información concreta al respecto.

Por otro lado, se erigen en defensores del Estado laico, que en su opinión significa que los representantes de las diferentes Iglesias de México no puedan emitir su punto de vista sobre este tema, ni salir a la calle, ni expresarse. Para ellos la separación Iglesia-Estado significa que las creencias y convicciones de los pastores y los fieles de los diversos credos no deben expresarse ni en el ámbito público ni en la calle. Es decir, todo el que disienta de ellos tiene derecho a guardar silencio.

Otro argumento que han utilizado es que los jerarcas de la Iglesia al apoyar esta marcha atentan contra los derechos de las mujeres. Hace un par de días entrevisté en Zona Tres al portavoz del Frente del Orgullo Nacional, y me dijo que prueba de lo anterior es que ninguna mujer había sido nombrada Papa en la Iglesia Católica.

Ante la falta de argumentos construyen un narrativa delirante y apuestan por la confusión. Se dicen católicos y admiradores del Papa Francisco, pero justifican que miembros de algunos colectivos se hayan disfrazado con casullas sacerdotales y máscaras de cerdos, para manifestarse afuera de las oficinas del Arzobispado de México, para responder a lo que ellos llaman una agresión a los homosexuales.

Para justificar lo anterior han circulado en redes toda clase de mensajes, que adjudican al Frente Nacional por la Familia, con calificativos ofensivos hacia las personas homosexuales, para confundir, victimizarse y generar polarización.

Yo creo que las miles de personas que participarán en la marcha de mañana tienen muy clara su exigencia: decirle no a una iniciativa que en el fondo busca arrebatar el derecho de los padres a educar a sus hijos conforme a sus convicciones, a través de un proyecto adoctrinador que pretende reinventar a la sociedad y a la propia naturaleza.

Será una manifestación histórica, que responde a un legítimo derecho, y que es deseable en un entorno de democracia y libertades.


@gvelascob 
Fuente: mural.com

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