viernes, 29 de enero de 2016

Matrimonio sólo hay uno


Guillermo Velasco Barrera
29 Ene. 2016

El fallo de la SCJN que declaró inconstitucional limitar el matrimonio a la unión entre un hombre y una mujer en Jalisco derivará en la legalización de los homomonios, es decir, la unión de personas del mismo sexo, quienes para "casarse" ya no deberán recurrir al amparo sino que cualquier registro civil del Estado los declarará ya no marido y mujer, sino unidos en "matrimonio".

El referido fallo exhibe en primer lugar la falta de respeto de la Suprema Corte a la división de poderes y a la soberanía de los estados. Además, la urgencia por aprobar el proyecto del Ministro José Ramón Cossío, sin que existiera debate público alguno, pone de manifiesto la subordinación del máximo órgano de justicia de nuestro país a criterios ideológicos de grupos minoritarios.

Es realmente preocupante que un grupo de "notables" con argumentos falaces pretendan reinventar el concepto de la célula básica de la sociedad. Es un verdadero peligro para México estar a merced de una oligarquía que cuestiona a la misma naturaleza y pretende desvirtuar la esencia de las instituciones.

Los promotores del "matrimonio igualitario" en Jalisco han comunicado el fallo de la Corte como una conquista en el ámbito de los derechos y las libertades, y exigen al Congreso local que modifique de forma inmediata el código civil. Algunos políticos han fijado postura a favor o en contra. Otros callan, al menos de momento, mientras valoran el impacto de su posicionamiento en la opinión pública.

Algunas personas, sin ser partidarias del homomonio, optan por el argumento de que cada quien su vida. Otros dicen estar de acuerdo con estas uniones pero en contra de que estas parejas adopten niños -siguiente paso en la ruta de "ampliación de derechos" de los colectivos homosexuales- y otros más, conscientes de la gravedad del fallo de la SCJN, guardan silencio por temor a ser tachados de homófobos o retrógradas.

Pero negar el derecho al matrimonio igualitario no es discriminar, pues tal derecho no existe. El matrimonio presupone la conyugalidad, es decir la unión entre hombre y mujer, y es una institución anterior a cualquier ley y a cualquier Corte que ha sido la base y única garantía de permanencia de las civilizaciones.

Afirmar lo anterior no es faltar al respeto a las personas homosexuales ni discriminarlos, como lo quieren hacer ver algunos colectivos que actúan con una gran intransigencia. Nadie tendría derecho, desde luego, a impedir que una persona viva con quien quiera o definir a quien debe amar. En un marco de libertades cada quien asumirá sus decisiones y respectivas consecuencias.

Pero el matrimonio es lo que es, y si no se respetan sus características esenciales terminaría por destruirse. ¿Qué pasa si más adelante, con el discurso de ampliación de derechos se buscara legalizar la unión de adultos con niños y también llamarle matrimonio? ¿Qué pasaría si la Corte se mantiene en esta ruta de patraña tras patraña y llegara a la conclusión de que la monogamia limita el libre desarrollo de la personalidad y por lo tanto se debería permitir que un hombre se casara con varias mujeres o una mujer con varios hombres y a esa unión llamarla también matrimonio? ¿Y si una comuna de amigos deciden jurarse amor eterno, por qué no llamarle matrimonio?

Cuando se impulsó en Jalisco la ley de libre convivencia se argumentó que se buscaba darle garantías a las personas que querían vivir bajo un mismo techo. Quedó de manifiesto que sólo era un primer paso para después pugnar por el "matrimonio" entre personas del mismo sexo, y sin que haya siquiera sido modificado el código civil en Jalisco, algunos exigen ya el derecho a adoptar niños, derecho que por cierto tampoco existe, ni siquiera para las parejas heterosexuales.

El único consuelo tras el lamentable fallo de la Corte es que la familia fundada en el matrimonio ha sido capaz de sobrevivir muchos embates a lo largo de siglos y ha salido airosa, siendo todos beneficiarios de esta única y maravillosa institución que desde luego no admite réplicas.


@gvelascob

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