El rey Juan Carlos abdica a la corona. ¿Por imposición de Bilderberg?
Organización Editorial Mexicana
11 de junio de 2015
Carlos Siula / El Sol de México
Corresponsal
PARÍS, Francia. (OEM-Informex).- La abdicación del rey Juan Carlos de España, anunciada el 2 de junio de 2014, comenzó a gestarse un día antes durante la conferencia anual del Club Bilderberg en el selecto hotel Marriot de Copenhague.
Esa sorprendente revelación fue formulada por Cristina Martín Jiménez en su libro Los planes del Club Bilderberg para España, que acaba de salir a la venta. Esa periodista de investigación, autora de otro libro famoso titulado El Club Bilderberg. Los amos del mundo (2005), está considerada como una de las mayores especialistas de ese grupo informal al que muchos consideran como un auténtico "gobierno mundial en la sombra".
Las escasas horas transcurridas entre las discusiones de Copenhague y el anuncio del monarca "no son acontecimientos casuales", asegura la autora.
Como todas las deliberaciones de Bilderberg están cubiertas por el más absoluto secreto, no se sabe exactamente quiénes participaron en esas conversaciones. Pero está confirmado que los bilderbergs hablaron de la necesidad de un cambio en la cúspide de la monarquía española, debido a los riesgos institucionales que presentaba un rey con la salud disminuida por las repetidas intervenciones quirúrgicas, el juicio por corrupción en el caso Nóos, con la infanta imputada y a la espera de una decisión
judicial.
"La abdicación del rey no fue casual, ni del gusto del propio monarca. Tampoco, tan precipitada como se dijo", asegura Cristina Martín Jiménez. "Los miembros del Club Bilderberg habían aconsejado por primera vez a la reina Sofía en 2012 que su marido debía abdicar. Consideraban que el rey estaba bastante descontrolado, que había caído en una degeneración moral... pero él se hizo el remolón", dice la investigadora.
Esa sugerencia constituía un llamado de atención al monarca e incluso a la reina, que siempre solía decir que "los reyes mueren en la cama".
Juan Carlos sabía perfectamente qué representaba el club Bilderberg, pues desde que era príncipe había asistido a algunas reuniones del grupo. Desde esa época, temeroso de que Franco le bloqueara el acceso a la corona, acudió a esa cofradía secreta "en busca de aliados para asegurarse el trono de España", asegura la investigadora.
Cristina Martín Jiménez también sugiere la responsabilidad del grupo Bilderberg en la muerte del presidente del gobierno, Luis Carrero Blanco. Desde los años 50, el gobierno norteamericano consideraba al almirante -mano derecha de Franco- como un factor de "estancamiento" en la evolución de España hacia la democracia, según demuestran los cables enviados por la embajada norteamericana al Departamento de Estado y los agentes de la CIA que operaban en Madrid.
La periodista afirma que un día antes del atentado contra Carrero Blanco, perpetrado por la ETA en Madrid, el hombre de confianza del Caudillo recibió a Henry Kissinger. Al conocer la noticia, Franco gritó: "Han sido los masones". (Una de las teorías conspiracionistas afirma que el grupo Bilderberg está mayoritariamente integrado por masones). Años después, Adolfo Suárez -que fue presidente de Gobierno durante el difícil periodo de transición- comentó: "Me voy a morir sin saber si ETA cobra en rublos o en dólares".
¿Cuánto hay de cierto y de leyenda en esas revelaciones? Difícil saberlo, pero -en todo caso- esas afirmaciones contribuyen a nutrir la leyenda negra que rodea al grupo más misterioso del mundo.
Corresponsal
PARÍS, Francia. (OEM-Informex).- La abdicación del rey Juan Carlos de España, anunciada el 2 de junio de 2014, comenzó a gestarse un día antes durante la conferencia anual del Club Bilderberg en el selecto hotel Marriot de Copenhague.
Esa sorprendente revelación fue formulada por Cristina Martín Jiménez en su libro Los planes del Club Bilderberg para España, que acaba de salir a la venta. Esa periodista de investigación, autora de otro libro famoso titulado El Club Bilderberg. Los amos del mundo (2005), está considerada como una de las mayores especialistas de ese grupo informal al que muchos consideran como un auténtico "gobierno mundial en la sombra".
Las escasas horas transcurridas entre las discusiones de Copenhague y el anuncio del monarca "no son acontecimientos casuales", asegura la autora.
Como todas las deliberaciones de Bilderberg están cubiertas por el más absoluto secreto, no se sabe exactamente quiénes participaron en esas conversaciones. Pero está confirmado que los bilderbergs hablaron de la necesidad de un cambio en la cúspide de la monarquía española, debido a los riesgos institucionales que presentaba un rey con la salud disminuida por las repetidas intervenciones quirúrgicas, el juicio por corrupción en el caso Nóos, con la infanta imputada y a la espera de una decisión
judicial.
"La abdicación del rey no fue casual, ni del gusto del propio monarca. Tampoco, tan precipitada como se dijo", asegura Cristina Martín Jiménez. "Los miembros del Club Bilderberg habían aconsejado por primera vez a la reina Sofía en 2012 que su marido debía abdicar. Consideraban que el rey estaba bastante descontrolado, que había caído en una degeneración moral... pero él se hizo el remolón", dice la investigadora.
Esa sugerencia constituía un llamado de atención al monarca e incluso a la reina, que siempre solía decir que "los reyes mueren en la cama".
Juan Carlos sabía perfectamente qué representaba el club Bilderberg, pues desde que era príncipe había asistido a algunas reuniones del grupo. Desde esa época, temeroso de que Franco le bloqueara el acceso a la corona, acudió a esa cofradía secreta "en busca de aliados para asegurarse el trono de España", asegura la investigadora.
Cristina Martín Jiménez también sugiere la responsabilidad del grupo Bilderberg en la muerte del presidente del gobierno, Luis Carrero Blanco. Desde los años 50, el gobierno norteamericano consideraba al almirante -mano derecha de Franco- como un factor de "estancamiento" en la evolución de España hacia la democracia, según demuestran los cables enviados por la embajada norteamericana al Departamento de Estado y los agentes de la CIA que operaban en Madrid.
La periodista afirma que un día antes del atentado contra Carrero Blanco, perpetrado por la ETA en Madrid, el hombre de confianza del Caudillo recibió a Henry Kissinger. Al conocer la noticia, Franco gritó: "Han sido los masones". (Una de las teorías conspiracionistas afirma que el grupo Bilderberg está mayoritariamente integrado por masones). Años después, Adolfo Suárez -que fue presidente de Gobierno durante el difícil periodo de transición- comentó: "Me voy a morir sin saber si ETA cobra en rublos o en dólares".
¿Cuánto hay de cierto y de leyenda en esas revelaciones? Difícil saberlo, pero -en todo caso- esas afirmaciones contribuyen a nutrir la leyenda negra que rodea al grupo más misterioso del mundo.
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