La incertidumbre asola a las inversiones españolas en el país mesoamericano tras las declaraciones de López Obrador.
Borja Rama
CORRESPONSAL EN MÉXICO Actualizado:11/02/2022 04:07h
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El presidente de México pide cortar las relaciones bilaterales mientras declara que hubo abusos en sectores empresariales españoles. La intervención del presidente López Obrador pidiendo una «pausa» en las relaciones bilaterales entre España y México han tenido un protagonista inesperado: las empresas españolas asentadas en suelo mesoamericano. «Eran como dueños de México. Es el caso de las empresas españolas. Si ahora no es buena la relación a mi me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizara», declaró el miércoles el presidente mexicano. Para concluir con un «nos saqueaban». La desagradecida respuesta presidencial se produjo tras una pregunta de un periodista, durante el transcurso de su Mañanera, a una pregunta sobre la mansión (con piscina infinty y sala
de cine) en Houston de su primogénito, José Ramón López Beltrán, que era propiedad de Keith L. Schilling, un alto ejecutivo de la petrolera Baker Hughes. Tal y como informa la periodista Peniley Ramírez, la segunda factoría del oro negro del mundo habría recibido dos ampliaciones millonarias que duplicaban contratos con Pemex, la petrolera mexicana.
El mandatario mexicano prosiguió con su inquina a España mediante un «no queremos que nos roben, nos ven como si fuésemos colonia» dejando clara su mala relación con el Gobierno de Sánchez. Esto no ayuda a una fructuosa relación comercial, no obstante, los negocios españoles ya estaban habituados a los ataques de AMLO, sobre todo las constructoras, como OHL, y las energéticas, por ejemplo, Iberdrola. Ante las hirientes y desagradecidas declaraciones todo aquel que tenga intereses económicos en la nación hermana suele callar por las posibles consecuencias.
Sin embargo, diferentes empresarios españoles de las altas esferas establecidos desde hace décadas en México confiesan a este periódico que ante los acuciantes problemas que asolan a la nación hermana ya se esperaban alguna reacción del mandatario mexicano, pero nunca hasta el nivel que lo ha llevado. «Siempre que tiene un problema ataca por ahí», nos traslada un influyente empresario español. Nos aclaran que la delincuencia se ha disparado y sus megaproyectos no salen adelante por lo que generar un enemigo imaginario sobre la madre patria es una jugada perfecta ya que nunca es respondido con contundencia.
El proceder del Gobierno de México, se produce tras una caída de popularidad de casi ocho puntos -su tercer mayor desplome- según la encuestadora ‘México Elige’. Sin tener en cuenta que la empresa española deja unos 76.000 millones que representa el 12 % del flujo económico y que somos el segundo inversor tras los Estados Unidos. Telefónica es el segundo operador y los bancos más grandes son el BBVA y el Santander. Pese a los comentarios del político la inversión del Gobierno de España se contrajo sólo un 1 %. La incertidumbre es el mayor hándicap para apostar por el otro lado del charco, asegura Joana Torrents, directora general de la Cámara Española de Comercio en México (Camescom). A esto se une que México registra una inflación del 7,07%, la mayor cuesta de enero en dos décadas. Por lo que se espera que el Banco de México eleve la tasa de interés de referencia por sexta vez consecutiva debido a la presión inflacionaria.
Pero, ¿peligran las inversiones españolas tras las declaraciones de López Obrador? El empresario Cesar Castresana, CEO de Amio México afirma sobre proclama de López Obrador: «Me parece un absurdo total. Mi empresa era de origen español y la he convertido en mexicana. Pago mis impuestos y los empleados son de suelo mesoamericano». Son muchos los inversionistas que no entienden que se juzgue ahora lo que sucedió hace quinientos años: «Sus declaraciones altisonantes parecen una distracción por la necesidad que tiene la nación hermana de mejorar su rumbo». «Nadie lo quiere decir, pero la venezualización de México está como un fantasma que acecha. Nadie lo creía en Venezuela», declaran. No es la primera vez que la comparativa entre Venezuela y México sale a relucir en conversaciones con este periódico.
Estos años de gestión por su parte se han caracterizado por unos resultados mas que cuestionables sin atacar los problemas económicos de fondo. España jamás ha sido el enemigo de México: «Si contamos hace diez años que íbamos a pasar por esto nos hubieran dicho que estamos viviendo una novela de ficción improbable», afirman. Los empresarios que invierten en México desean que sea un fantasma pasajero, pero las inversiones incipientes sí se han contraído. Como demuestra la caída de más de la mitad de empresas españolas, ya en 2018, pasaron de 416 a 178 en México.
https://www.abc.es/economia/abci-empresarios-espanoles-avisan-mexico-convertir-venezuela-202202101617_noticia.html#vca=rrss-inducido&vmc=abc-es&vso=tw&vli=noticia.video
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