viernes, 11 de febrero de 2022

Pausa imposible

Sergio Sarmiento 11 Feb. 2022


"España ya no está en un solo lugar,

está en dos. Allí y aquí... Allí quedó

el cuerpo físico de España; nosotros

nos trajimos su alma, su espíritu".

Paulino Masip

 

 No es posible poner una "pausa" en las relaciones entre México y España porque son incontenibles, profundas y emocionales. "España no se entiende sin México, ni México se entiende sin España", dijo en 2019 la escritora española, entonces secretaria de Estado para la España Global, Irene Lozano, al celebrar aquí el 80º aniversario del exilio español. Los mexicanos somos producto del mestizaje de dos pueblos. Nuestra lengua, nuestra cultura y nuestra religión, incluso la virgen de Guadalupe, proceden de España y se han fusionado aquí con las tradiciones indígenas para forjar la nacionalidad mexicana. Pausar la relación con España sería tanto como pausarla con nosotros mismos.

López Obrador afirma ser un Presidente progresista, comprometido con los pobres; debería en principio tener una buena relación con el gobierno del socialista Pedro Sánchez, el primer mandatario extranjero en visitarlo el 30 de enero de 2019. Esa visita era una forma de expresar la importancia de México en la política exterior española. Dos meses antes, el rey Felipe VI había representado a España en la ceremonia de protesta de López Obrador. No había indicio ni razón de las tormentas que se avecinaban. Sin embargo, en marzo de 2019 López Obrador exigió al monarca español una disculpa pública por la conquista de hace 500 años y luego ha acusado a las empresas españolas de saquear México.

En 1993 Héctor Aguilar Camín presentó un texto, "México y su España imaginaria", en un congreso en Almería, en el que decía que "los mexicanos tenemos un litigio viejo, no resuelto con España". Este litigio, añadió, "no es, en sentido estricto, con España, con la España histórica..., sino con una España en gran medida imaginaria... La nacionalidad mexicana se afirmó durante el siglo XIX a partir de la negación de su legado hispánico... La mayor paradoja de este desencuentro es que quienes sembraron en la Nueva España el rechazo al mundo hispánico fueron precisamente... los criollos".

Hoy un criollo quiere nuevamente impulsar un rechazo del mundo hispánico por razones que no tienen nada que ver con las relaciones entre las dos naciones. El Presidente necesita un villano para impulsar su contrarreforma eléctrica y ha escogido a Iberdrola y a España. Es imposible, sin embargo, separar a mexicanos y españoles. Los lazos entre los dos países, siempre presentes, se fortalecieron con el exilio español acogido por Lázaro Cárdenas a partir de 1939. Ni siquiera el rompimiento de las relaciones diplomáticas entre 1939 y 1977, durante la dictadura de Francisco Franco, debilitó los vínculos entre los pueblos.

El término "pausa" no existe en el lenguaje diplomático. Por eso la sorpresa del ministro español de Relaciones Exteriores, José Manuel Albares: "Habría que preguntar al presidente Obrador qué ha querido decir". Ni siquiera la presidenta del Senado mexicano, Olga Sánchez Cordero, lo tiene claro: "Pausar no es frenar, es dejar en pausa, y dejar en pausa es una pausa".

Sí, "dejar en pausa es una pausa", solo que una relación tan intensa no se pausa como una película de Netflix. La inversión española en México es la segunda más importante después de la estadounidense. Los lazos culturales, afectivos y turísticos son enormes e inquebrantables.

López Obrador dijo ayer que los españoles "nos han ofendido a los mexicanos". Es falso. Ha sido él quien ha tratado de ofender a los españoles mientras pelea contra los molinos de viento de una España imaginaria.

· DIFERENTE

 Donald Trump se cansó de agredir a México y a los mexicanos, pero el presidente López Obrador lo adoptó como aliado y amigo. Hoy AMLO convierte en enemigo a España y a su gobierno socialista. Cada vez es más claro que no es un Presidente de izquierda.

@SergioSarmiento

Los empresarios españoles avisan: «México se va convertir en Venezuela»

La incertidumbre asola a las inversiones españolas en el país mesoamericano tras las declaraciones de López Obrador.

Borja Rama

CORRESPONSAL EN MÉXICO Actualizado:11/02/2022 04:07h

¿Por qué López Obrador ataca ahora a España?

Asociación Mexicanos Aquí cree que hay que tomarse "en serio" a López Obrador

La inflación y una deuda que aconseja recortes puede agitar las sociedades americanas

El presidente de México pide cortar las relaciones bilaterales mientras declara que hubo abusos en sectores empresariales españoles. La intervención del presidente López Obrador pidiendo una «pausa» en las relaciones bilaterales entre España y México han tenido un protagonista inesperado: las empresas españolas asentadas en suelo mesoamericano. «Eran como dueños de México. Es el caso de las empresas españolas. Si ahora no es buena la relación a mi me gustaría que hasta nos tardáramos en que se normalizara», declaró el miércoles el presidente mexicano. Para concluir con un «nos saqueaban». La desagradecida respuesta presidencial se produjo tras una pregunta de un periodista, durante el transcurso de su Mañanera, a una pregunta sobre la mansión (con piscina infinty y sala

 de cine) en Houston de su primogénito, José Ramón López Beltrán, que era propiedad de Keith L. Schilling, un alto ejecutivo de la petrolera Baker Hughes. Tal y como informa la periodista Peniley Ramírez, la segunda factoría del oro negro del mundo habría recibido dos ampliaciones millonarias que duplicaban contratos con Pemex, la petrolera mexicana.

El mandatario mexicano prosiguió con su inquina a España mediante un «no queremos que nos roben, nos ven como si fuésemos colonia» dejando clara su mala relación con el Gobierno de Sánchez. Esto no ayuda a una fructuosa relación comercial, no obstante, los negocios españoles ya estaban habituados a los ataques de AMLO, sobre todo las constructoras, como OHL, y las energéticas, por ejemplo, Iberdrola. Ante las hirientes y desagradecidas declaraciones todo aquel que tenga intereses económicos en la nación hermana suele callar por las posibles consecuencias.


Sin embargo, diferentes empresarios españoles de las altas esferas establecidos desde hace décadas en México confiesan a este periódico que ante los acuciantes problemas que asolan a la nación hermana ya se esperaban alguna reacción del mandatario mexicano, pero nunca hasta el nivel que lo ha llevado. «Siempre que tiene un problema ataca por ahí», nos traslada un influyente empresario español. Nos aclaran que la delincuencia se ha disparado y sus megaproyectos no salen adelante por lo que generar un enemigo imaginario sobre la madre patria es una jugada perfecta ya que nunca es respondido con contundencia.

El proceder del Gobierno de México, se produce tras una caída de popularidad de casi ocho puntos -su tercer mayor desplome- según la encuestadora ‘México Elige’. Sin tener en cuenta que la empresa española deja unos 76.000 millones que representa el 12 % del flujo económico y que somos el segundo inversor tras los Estados Unidos. Telefónica es el segundo operador y los bancos más grandes son el BBVA y el Santander. Pese a los comentarios del político la inversión del Gobierno de España se contrajo sólo un 1 %. La incertidumbre es el mayor hándicap para apostar por el otro lado del charco, asegura Joana Torrents, directora general de la Cámara Española de Comercio en México (Camescom). A esto se une que México registra una inflación del 7,07%, la mayor cuesta de enero en dos décadas. Por lo que se espera que el Banco de México eleve la tasa de interés de referencia por sexta vez consecutiva debido a la presión inflacionaria.

Pero, ¿peligran las inversiones españolas tras las declaraciones de López Obrador? El empresario Cesar Castresana, CEO de Amio México afirma sobre proclama de López Obrador: «Me parece un absurdo total. Mi empresa era de origen español y la he convertido en mexicana. Pago mis impuestos y los empleados son de suelo mesoamericano». Son muchos los inversionistas que no entienden que se juzgue ahora lo que sucedió hace quinientos años: «Sus declaraciones altisonantes parecen una distracción por la necesidad que tiene la nación hermana de mejorar su rumbo». «Nadie lo quiere decir, pero la venezualización de México está como un fantasma que acecha. Nadie lo creía en Venezuela», declaran. No es la primera vez que la comparativa entre Venezuela y México sale a relucir en conversaciones con este periódico.

Estos años de gestión por su parte se han caracterizado por unos resultados mas que cuestionables sin atacar los problemas económicos de fondo. España jamás ha sido el enemigo de México: «Si contamos hace diez años que íbamos a pasar por esto nos hubieran dicho que estamos viviendo una novela de ficción improbable», afirman. Los empresarios que invierten en México desean que sea un fantasma pasajero, pero las inversiones incipientes sí se han contraído. Como demuestra la caída de más de la mitad de empresas españolas, ya en 2018, pasaron de 416 a 178 en México.

https://www.abc.es/economia/abci-empresarios-espanoles-avisan-mexico-convertir-venezuela-202202101617_noticia.html#vca=rrss-inducido&vmc=abc-es&vso=tw&vli=noticia.video


jueves, 10 de febrero de 2022

Capacidad de ahorro

Ricardo Elias

10 Feb. 2022

El sueldo mensual de 108,656 pesos que el Presidente se autoasignó, estableciéndolo además como tope salarial para todos los funcionarios públicos, es una farsa que solo sirve para sembrar la idea en la mente de los más pobres, de que el Presidente es un hombre honesto, y que administra los recursos públicos con una ejemplar combinación de eficiencia y austeridad.

El salario de los funcionarios públicos de más alto nivel es irrelevante para la enorme mayoría de ellos, quienes estoy seguro de que aceptarían el cargo que ostentan inclusive sin remuneración alguna. En su caso lo que aplica es el dicho que dice "a mí no me den dinero, solo pónganme donde hay", o ¿de qué otra manera se explica que militantes y dirigentes de partidos políticos, luchen a capa y espada para obtener una candidatura, asegurar un puesto en el gobierno y recibir un sueldo mediocre?

No me digan que se matan entre sí (literalmente) solo para tener el privilegio de servir al pueblo.

Es obvio que lo que buscan no es el salario del puesto, sino estar en posiciones de poder que les permitan vender influencias, asignar contratos y hacer negocios a costa de todos.

Para los más pobres, el salario del Presidente es un mundo de dinero, y ponerlo como tope salarial pareciera ser un acto de justicia. Pero el mundo no funciona así. Las personas más capacitadas y honestas, que tienen grandes responsabilidades, que se les confía el cuidado de la vida y el patrimonio de miles de personas, o simplemente que logran resultados y hacen que las cosas funcionen bien, ganan mucho más que eso.


Salvo que estemos hablando de personas que tienen su vida económica resuelta, topar los sueldos de los funcionarios públicos a un monto que no es proporcional a las responsabilidades que tienen y resultados que se esperan de ellos, sólo logra dos cosas: conformar equipos de mediocres o equipos de corruptos que verán la forma de ganar dinero por debajo de la mesa.

La mejor manera de saber si un sueldo es alto o bajo, es identificando la capacidad de ahorro que tiene el que lo recibe, es decir la posibilidad de guardar un porcentaje del sueldo para una meta futura, para emergencias, o para crear poco a poco un patrimonio y reservas para la vejez. Sin embargo la capacidad de ahorro es individual, depende por un lado del nivel de ingresos y por otro del nivel de gastos y endeudamiento. Por ejemplo, no es igual la calidad de vida que brinda un mismo sueldo pagado a una persona soltera y sin hijos que a otra casada y con hijos.

En el caso del Presidente, su sueldo le permite vivir perfectamente por una sola razón: no tiene gastos. Su capacidad de ahorro es del 100%.

Y cuando dijo que ni siquiera tiene cuenta de cheques o una tarjeta de crédito, me pregunté: ¿le pagan entonces su sueldo en efectivo, y lo guarda debajo del colchón? ¿Paga en efectivo todo lo que se requiere para vivir sin caer en el delito de lavado de dinero, discrepancia o evasión fiscal?

En su caso, cualquier salario es bueno, hasta no recibir salario, ya que todo lo que quiere o necesita para vivir lo pagan otros.

Pero ese no es (o no debiera ser) el caso del resto de funcionarios públicos, y de todas las personas que de nuestros ingresos pagamos todo lo que necesitamos. Por eso requerimos además de cuentas de banco y tarjetas de crédito o débito, capacidad para administrar y equilibrar los ingresos con los egresos y los placeres con las responsabilidades.

Antes de que el Presidente austero que vive en Palacio Nacional pida que nadie en el gobierno gane más que él, y para asegurarse que haya una congruencia entre lo que los servidores públicos ganan y la calidad de vida que llevan, debería preguntar a los funcionarios de gobierno que más ganan, y a los diputados y senadores, especialmente a los de su partido: ¿de qué viven, cuánto gastan al mes y cuánto les sobra para guardar y crear un patrimonio que les permita un día dejar de trabajar y vivir con la misma calidad de vida que hoy tienen?

Si la respuesta es que su capacidad de ahorro es similar a la del Presidente, entonces sí, que nadie más gane más que él, pero si su capacidad de ahorro es limitada, porque a pesar de tener topados sus ingresos quieren llevar una vida de lujos, lo que deben hacer es dejar el servicio público y dedicarse a otra cosa, ya que trabajar en el gobierno no debe ser, como hasta ahora ha sido, un camino para hacerse rico.

"Tener dinero es una consecuencia,

no una meta".

Yo

  ricardoelias1@gmail.com

 ricardoelias.mx

Nos vemos en 2024

Jorge Suárez-Vélez en MURAL

10 Feb. 2022

Una vez más, AMLO ganó incluso antes de que el proceso de revocación ocurra. Ganó porque en medio de un enorme escándalo de tráfico de influencias en el que su hijo está hasta las narices, de una recesión económica, de una brutal crisis de inseguridad y con más de 600 mil muertos por la pandemia, nos tiene discutiendo si debemos o no ser patiños en su carpa; después de que arrolló al Congreso, como era de esperarse, y a la Suprema Corte, como era de temerse.

Llama la atención que alguien crea posible quitar, mediante revocación, a un Presidente razonablemente popular, que tiene un megáfono diario amplificado por medios aterrados de incomodarlo, por lo que no le darían espacios simétricos a una oposición organizada (aunque la hubiera); en un proceso amañado de saque, al negarle al árbitro imparcial las herramientas necesarias para validarlo y, sobre todo, cuando el Presidente jamás ha reconocido una derrota en una larga carrera política, en la que ha llegado a perder por mucho.

Si AMLO perdiera, diría que el proceso estuvo maleado y lo usaría como excusa para arremeter contra el INE. Es lo que hizo Chávez en Venezuela cuando perdió un proceso similar. Sabemos cómo acabó esa película. Si perdiera y reconociera, en un milagro que haría nimio al del Tepeyac, él elegiría a su sucesor, pues las bancadas de Morena seguirían sus órdenes. AMLO no institucionalizó a su partido precisamente para eso, para tripularlo cuando le plazca. Quizá ese escenario le permitiría ser la mano que mece la cuna mucho más allá del final del sexenio, en un nuevo Maximato.

Un proceso de revocación tiene sentido si es solicitado por la ciudadanía, no por quien detenta el poder. ¿Por qué lo quiere? Además de distraernos, puede ser la forma para justificar barbaridades durante lo que resta del sexenio, a partir del nuevo mandato revalidado "por el pueblo", máxime si fuese vinculante (si lograra que participe más de 40% del electorado).

AMLO, como sus predecesores, fue electo por seis años. Al final de éstos, tendrá que rendir cuentas, enfrentando un proceso electoral organizado, donde los partidos hacen campaña en condiciones más o menos parejas, y éste es supervisado por un árbitro creíble. En este siglo, ha habido alternancia en 3 de 4 elecciones presidenciales. El proceso electoral funciona y, si bien no garantiza que los mejores lleguen al poder, al menos nos da herramientas para que los malos se vayan. Las democracias plebiscitarias son pésima idea. Arrollan a las minorías e imposibilitan que el gobernante pueda enfocarse en proyectos de largo plazo. Entrampan a los gobernantes en procesos electorales perennes.

Dejemos de hablar sobre la revocación. Señalemos mejor los terribles errores y el funesto legado que dejará esta administración. Lo peor está por venir. Descubriremos más corrupción, las obras faraónicas serán un desastre, Pemex seguirá en caída libre y el fuego amigo arreciará en un partido sin la disciplina para una sucesión ordenada.

Concentrémonos en presentar un frente unido en 2024. Defendamos al INE con toda el alma, para asegurar un proceso electoral inobjetable. Si el gobierno les quita el fondeo, hagamos un fideicomiso privado para que tengan los recursos necesarios para cumplir la ley. Asegurémonos de que los electores tengan su credencial al día. Esto será indispensable porque el narco operará, otra vez, a favor de Morena, y la operación clientelar será descomunal. Como ya se probó en la victoria de la oposición en la Ciudad de México, cuna de Morena, podremos anular el acarreo si logramos muy alta participación.

Evidentemente, no hay que participar en la revocación y menos aún anular el voto, lo cual sería doble daño pues la participación aumenta y ni siquiera se registra un voto en contra. Ya no sé si me conmueve o me preocupa la inocencia de quienes creen posible revocar el mandato, como si el piso fuese parejo, y como si fuese un esfuerzo honesto por escuchar al pueblo.

El respeto a la democracia empieza por respetarnos a nosotros mismos como electores, negándonos a participar en farsas.

 

@jorgesuarezv