JAQUE MATE / Sergio Sarmiento en MURAL
14 Oct. 2021
"Tengo que confesarte, papá, que en ese momento descubrí que realmente me gusta matar".
Ernesto Che Guevara
El Che Guevara es uno de los productos más refinados de la mercadotecnia. El revolucionario que hizo tanto por destruir el capitalismo, ha escrito Álvaro Vargas Llosa, "es hoy una marca quintaesencial del capitalismo. Su imagen es adorno de tazas, mecheros, llaveros, carteras, gorras, pantalones vaqueros, sobres de infusiones y, por supuesto, esas omnipresentes camisetas con la fotografía tomada por Alberto Korda: el galán del socialismo..., el logo del chic revolucionario".
Muchos políticos mexicanos son fieles cautivos de esta mercadotecnia. El 9 de octubre, aniversario de la muerte del guerrillero argentino, la diputada y expresidenta de Morena Yeidckol Polevnsky escribió en Twitter: "A 54 años del infame y cobarde asesinato del Comandante #Che Guevara, lo recordamos con cariño y admiración. Hombre congruente, revolucionario íntegro, ejemplo del hombre nuevo. Guerrillero de todos los tiempos. Sus sueños y anhelos vivirán siempre en nosotros". El 12 la Cámara de Diputados le ofreció un inusitado homenaje; el morenista Víctor Gabriel Varela López afirmó: "Nosotros somos herederos de grandes humanistas, como el Che Guevara".
Sin embargo, el Che no fue ni humanista ni ejemplo del hombre nuevo; era más bien un asesino patológico. Desde su juvenil diario de viaje, romantizado en la película Diarios de motocicleta, protagonizada por Gael García, escribió: "Degollaré a todos mis enemigos". Durante la revolución cubana y en los años posteriores fue el sicario del movimiento. Asesinó a algunos de sus propios compañeros y a quienes identificaba como enemigos. En 1959, cuando Fidel Castro lo puso a cargo de una prisión, declaró: "En La Cabaña todos los fusilamientos se han dado por órdenes expresas mías". La mayoría de las ejecuciones se hacían sin juicio; pero cuando los había, duraban, si acaso, media hora. Todos los acusados eran declarados culpables y ejecutados. "Hemos fusilado, fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario", dijo en 1964 en las Naciones Unidas.
El Che plasmó en su diario de viaje sus ideas racistas: "Los negros, esos magníficos ejemplares de la raza africana que han mantenido su pureza racial gracias al poco apego que le tienen al baño". Odiaba también a los homosexuales a quienes consideraba "pervertidos sexuales" que debían dejar el paso al "hombre nuevo" comunista. Organizó el campo de trabajos forzados de Guanahacabibes para recluir y "curar" a los homosexuales.
Un distanciamiento nunca explicado con Fidel Castro hizo que renunciara en 1965 a sus cargos, pero también a la nacionalidad cubana. Se incorporó a un movimiento guerrillero en África, aunque fue rechazado por los locales. Encabezó después una fallida guerrilla en Bolivia, pero en octubre de 1967 fue herido y capturado por tropas bolivianas. Lo ejecutaron el día 9, como él había hecho con tantos.
No solo lo admiran los diputados de Morena y el PT. También la Comisión Nacional de Derechos Humanos de Rosario Piedra le ha rendido pleitesía. En su portal de internet declara: "Las ideas del Che Guevara fueron siempre, las de una América Latina independiente, unida y socialmente justiciera. Así entonces, entre sus cualidades revolucionarias más destacables encontramos su pasión por la justicia, su humanismo, y la armónica estructuración que alcanzaron sus ideas políticas, económicas y militares". Del asesino patológico, racista y homófobo no dice nada. La mercadotecnia capitalista no solo sirve para vender camisetas.
· OXXO
"¿Cómo es posible que Oxxo pague tres veces menos por la luz que lo que paga una familia en México?", preguntó retóricamente ayer AMLO. "Es que los dueños de Oxxo eran los que mandaban en México". Falso. Oxxo invirtió en electricidad. Subir artificialmente sus precios no bajará lo que pagan las familias.
@SergioSarmiento
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