AGENCIA REFORMA / Publicada el 06/05/2015
La renovación y apertura que ha impreso el Papa Francisco dentro de la Iglesia católica no ha sido muy bien vista por los sectores tradicionalistas./Foto: AP
Los sectores tradicionalistas de la Iglesia católica han redoblado el pulso contra un Vaticano más abierto.
Por medio de una solicitud que abrieron a las firmas del público, exhortan al Papa Francisco a poner freno a su iniciativa de integrar a los divorciados vueltos a casar y a los homosexuales.
“Constatamos una generalizada desorientación causada por la eventualidad de que en el seno de la Iglesia se haya abierto una brecha”, señala la misiva dirigida al Papa.
“(Le pedimos) que reafirme categóricamente la enseñanza de la Iglesia de que los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente no puedan recibir la Sagrada Comunión y que las uniones homosexuales son contrarias a la ley divina y natural”, agrega.
En concreto, la petición surge del Cardenal conservador estadounidense Raymond Leo Burke, quien ya ha rozado con el Pontífice en ocasiones anteriores.
En 2013, el Papa no lo confirmó en su cargo como miembro de la Congregación de los Obispos, y en noviembre pasado lo removió de la más alta corte del Vaticano y lo designó al cargo ceremonial de capellán del grupo de caridad Caballeros de Malta, un título sólo honorífico.
Esto ocurrió a raíz de una serie de entrevistas que Burke había ofrecido criticando al Papa y a su agenda reformista, entre ellas una a un medio español en el que sugirió que el Pontificado de Francisco es “un barco sin timón”.
Ahora, llevó sus críticas a un foro mucho más público, y más de 225 mil personas de múltiples países se han unido al llamado.
Entre los signatarios, hay 22 obispos, miembros de familias aristocráticas europeas y hasta políticos.
La razón de la pugna es el próximo sínodo ordinario sobre la familia, convocado por el Papa para octubre.
La reunión respectiva anterior, celebrada en octubre del año pasado, causó desencanto por la intención de algunos teólogos y miembros de la Iglesia de aceptar a los homosexuales y permitir que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar.
Un grupo de Cardenales, también liderado por Burke, logró sacar de la redacción del documento final el lenguaje más tolerante hacia esos grupos, pese a llamados del Papa de no caer en lo que llamó rigidez hostil.
Como tal, la solicitud -publicada en filialsuplicapapa.org- podría frenar el movimiento hacia nuevas posturas impulsado por el Pontífice .
Por medio de una solicitud que abrieron a las firmas del público, exhortan al Papa Francisco a poner freno a su iniciativa de integrar a los divorciados vueltos a casar y a los homosexuales.
“Constatamos una generalizada desorientación causada por la eventualidad de que en el seno de la Iglesia se haya abierto una brecha”, señala la misiva dirigida al Papa.
“(Le pedimos) que reafirme categóricamente la enseñanza de la Iglesia de que los católicos divorciados y vueltos a casar civilmente no puedan recibir la Sagrada Comunión y que las uniones homosexuales son contrarias a la ley divina y natural”, agrega.
En concreto, la petición surge del Cardenal conservador estadounidense Raymond Leo Burke, quien ya ha rozado con el Pontífice en ocasiones anteriores.
En 2013, el Papa no lo confirmó en su cargo como miembro de la Congregación de los Obispos, y en noviembre pasado lo removió de la más alta corte del Vaticano y lo designó al cargo ceremonial de capellán del grupo de caridad Caballeros de Malta, un título sólo honorífico.
Esto ocurrió a raíz de una serie de entrevistas que Burke había ofrecido criticando al Papa y a su agenda reformista, entre ellas una a un medio español en el que sugirió que el Pontificado de Francisco es “un barco sin timón”.
Ahora, llevó sus críticas a un foro mucho más público, y más de 225 mil personas de múltiples países se han unido al llamado.
Entre los signatarios, hay 22 obispos, miembros de familias aristocráticas europeas y hasta políticos.
La razón de la pugna es el próximo sínodo ordinario sobre la familia, convocado por el Papa para octubre.
La reunión respectiva anterior, celebrada en octubre del año pasado, causó desencanto por la intención de algunos teólogos y miembros de la Iglesia de aceptar a los homosexuales y permitir que los divorciados vueltos a casar puedan comulgar.
Un grupo de Cardenales, también liderado por Burke, logró sacar de la redacción del documento final el lenguaje más tolerante hacia esos grupos, pese a llamados del Papa de no caer en lo que llamó rigidez hostil.
Como tal, la solicitud -publicada en filialsuplicapapa.org- podría frenar el movimiento hacia nuevas posturas impulsado por el Pontífice .
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