Jorge Suárez-Vélez 24 agosto 2023
El lunes, en "La Mañanera", ese ritual diario de propaganda que es todo menos la "conferencia de prensa" que finge ser, el Presidente se refirió a mí como alguien "reaccionario, reaccionario, reaccionario... más reaccionario que Antonio López de Santa Anna o Porfirio Díaz...". Reflexionemos sobre ese adjetivo.
La definición literal de reaccionario es alguien partidario de mantener los valores políticos, sociales y morales tradicionales y se opone a reformas o cambios que representan progreso en la sociedad. Es curioso que sería difícil encontrar un término que describa mejor a Andrés Manuel López Obrador.
Su propósito principal ha sido revertir reformas del sexenio pasado que incorporaban a México al dinámico y cambiante siglo XXI. En un mundo que padece el cruel embate del calentamiento global, él insiste en volver a los combustibles fósiles. Cuando México había impresionado al mundo con su eficiencia generando energías limpias, su gobierno privilegia el combustóleo -cuya quema prohíbe el mundo entero por su toxicidad- como energético para producir electricidad. Cuando la humanidad lucha por preservar especies animales y selvas milenarias, ha devastado reservas ambientales para construir un tren sin sentido económico o logístico, sí, la misma receta de progreso de Porfirio Díaz, pero 100 años más tarde. Ha dilapidado recursos en una refinería, cuando el mundo acelera la transición hacia automóviles eléctricos.
En medio del prometedor ascenso de la economía del conocimiento, su gobierno evita evaluar nuestra educación pública. No hemos medido el daño por cerrar dos años nuestras escuelas, y carecemos de medidas remediales que nos eviten perder una generación entera. Sus universidades Benito Juárez son el epítome de la mediocridad y el presupuesto para la educación pública ha bajado.
Cuando habíamos desarrollado un Seguro Popular que les daba acceso a salud a millones sin derecho a servicios del IMSS, él lo demolió por capricho o ignorancia y dejó a 30 millones de mexicanos sin acceso a salud pública, sumándolos a otros 20 millones que ya carecían de ésta. Cuando México era ejemplo mundial de vacunación universal, por sus prejuicios y limitaciones ideológicas, su gobierno creó un desabastecimiento de éstas que ha hecho que se presenten brotes de sarampión en México. Esto se suma a la falta de tratamientos de cáncer para niños que antes los recibían. Cuando México fue ejemplo de destreza sanitaria por su tratamiento de la pandemia de influenza H1N1 en 2009, fuimos uno de los países que más muertes sufrieron por Covid y donde más personal médico murió por falta de apoyos.
México volvió a niveles de ingreso per cápita de 2015. Después de décadas de lucha por avanzar nuestra democracia fortaleciendo a un árbitro electoral autónomo, AMLO le quitó recursos y amenaza con regresar a la farsa electoral en la que el PRI nos mantuvo por décadas, organizando las elecciones desde la Secretaría de Gobernación. Les ha quitado dientes a órganos constitucionales autónomos que eran importantes contrapesos para limitar excesos en el ejercicio del Poder Ejecutivo. Ha tratado de revertir la separación de poderes, vulnerando a la Suprema Corte, y su partido ha mayoriteado sistemáticamente en las Cámaras, arrasando con las minorías.
En pocas palabras, López Obrador nos ha regresado al pasado con éxito.
Ha judicializado sus rencores, persiguiendo a opositores a partir de acusaciones ficticias y usa el poder del Estado para extorsionarlos. Cuando México había fortalecido mandos civiles desde la época de Miguel Alemán, él militarizó la seguridad pública, las aduanas, el espacio aéreo y la obra pública. Quizá pactó con organizaciones criminales, faltándole al respeto a miles que han muerto a sus manos, incluso burlándose y haciendo chistes sobre el dolor humano.
El gobierno de López Obrador justifica su ineptitud y mediocridad, y critica a quienes se atreven a aspirar a movilidad social y progreso. Nos ha regresado a un pasado no deseable en aras de mantener valores políticos tradicionales.
¿Quién es el reaccionario?
@jorgesuarezv
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